El milagro manufacturero
La eficiencia en los procesos industriales y de fabricación es un componente trascendental para el desarrollo sostenible. Mediante la reducción de los peligros, la minimización de los residuos, la correcta gestión del agua y la optimización de los recursos, se pueden mejorar considerablemente numerosos procesos de producción y almacenamiento para promover la sostenibilidad. El proyecto financiado con fondos europeos SHAPE-RISK se puso en marcha para avanzar en todo ello. El equipo del proyecto se propuso racionalizar la gestión integrada de los riesgos, y para ello elaboró directrices de utilidad para diseñar sistemas industriales más seguros y menos contaminantes. Mantuvo comunicaciones con entidades industriales con el fin de que las recomendaciones se ajustasen a las necesidades de los distintos interesados. Además, las recomendaciones se formularon integrando las perspectivas de autoridades especializadas y otros organismos ajenos a la industria con el fin de registrar todos los requisitos que debían cumplirse para alcanzar los objetivos. Así, por ejemplo, el equipo de SHAPE-RISK examinó la gestión de riesgos desde el punto de vista medioambiental conforme a la Convención internacional de protección fitosanitaria (CIPF) y estudió los peligros de accidente conforme a la Directiva Seveso II de la UE. Igualmente importante es el hecho de que al formular estas recomendaciones se tuvieron en cuenta las disposiciones sobre la salud y la seguridad ocupacionales de la Directiva ATEX de la UE, que estipula el equipo y los sistemas que deben utilizarse en atmósferas potencialmente explosivas. En el marco del proyecto, se articuló una red que unió a todas estas entidades y que trabajó estrechamente con organizaciones industriales, sociales, autoridades gubernamentales y ONG con el propósito de desarrollar un conjunto de recomendaciones de gran valor y utilidad. Se espera que los frutos de este proyecto sean un refuerzo de la seguridad y la minimización de la contaminación, desde las materias primas hasta los productos finales. De este modo, las organizaciones industriales europeas van camino de ser menos contaminantes, más ecológicas y mucho más sostenibles.
