Nuevos vehículos híbridos sin baterías
Los vehículos híbridos utilizan típicamente para circular un motor de combustión como fuente primaria de energía y un sistema de almacenamiento de energía eléctrica para suministrar energía rápidamente para, por ejemplo, acelerar o frenar. Normalmente, las baterías utilizadas para almacenar energía son pesadas y caras, y requieren mucho mantenimiento. En cambio, los supercondensadores son dispositivos de almacenamiento de energía ligeros y de gran capacidad, con una vida útil larga. Los esfuerzos recientes se han centrado en la utilización de supercondensadores en combinación con baterías. Los investigadores del proyecto Intellicon («Convertidor CC/CC inteligente para vehículos de carretera con pila de combustible») pretendían eliminar completamente la necesidad de una batería de almacenamiento de energía mediante el empleo de un generador de energía mediante pila de combustible en combinación con un supercondensador. El primero proporcionaría una potencia intermedia de forma continua (en carretera) mediante un convertidor CC/CC «inteligente», mientras que el segundo permitiría almacenar energía a bordo y disponer de energía de forma inmediata para acelerar, frenar y acciones similares. Entre las importantes innovaciones de diseño se cuentan el aislamiento de la pila de combustible del bus de CC principal y un sistema de tracción que permite optimizar ambos de forma independiente, aumentando el rendimiento del vehículo y la eficiencia energética. Además, la utilización de un convertidor CC/CC inteligente podría mejorar la seguridad y la fiabilidad mediante la supervisión de los cambios en los niveles de contaminantes, presión del hidrógeno y del aire y temperaturas, entre otros factores, y la reacción ante estos. Por otra parte, el dispositivo debería estabilizar la tensión del supercondensador durante la aceleración y la desaceleración, para mantener un flujo de energía óptimo desde la pila de combustible. Finalmente, el sistema de Intellicon debería reducir significativamente los costes de mantenimiento y el peso (permitiendo reducir el gasto en combustible), además de mejorar tremendamente la eficiencia mediante una gestión proactiva de la energía y alargar la vida útil de las pilas de combustible mediante la protección contra cargas variables. Aunque en un principio el concepto se formuló para vehículos utilizados para el transporte de materiales, en aeropuertos, fábricas y por parte de los consumidores, se prevé que también ofrezca ventajas para sistemas más grandes como trenes ligeros.