Un debate sin tapujos sobre el trabajo forzoso
El trabajo forzoso, que puede definirse como tareas realizadas por personas contra su voluntad y bajo amenaza (de indigencia, muerte o violencia, etc.), puede adoptar múltiples formas. Pese a la condena de esta práctica, la organización represiva del trabajo es una cuestión que merece un análisis académico en mayor profundidad. Así, el proyecto europeo «Forced labour» ha examinado la historia de esta práctica en el suroeste, el oeste y la región centro-sur de África (Angola, Gabón y Zambia) en el periodo comprendido entre 1930 y 1970. Los investigadores han documentado y comparado experiencias relacionadas con el proceso de descolonización y la redefinición postcolonial de las relaciones laborales. La extensa labor de búsqueda en archivos realizada ha dado como fruto siete artículos y cuatro congresos, dos celebrados en el África subsahariana y otros dos en Europa. Así, el equipo del proyecto ha podido definir las principales tendencias en la organización del trabajo forzoso. El primer hecho puesto de manifiesto es la omnipresencia de esta práctica laboral aplicada por los administradores europeos. Pueblos enteros se desestabilizaron por las migraciones que se produjeron para evitar la explotación. Las repercusiones del trabajo con represión se extienden hasta bien entrado el período postcolonial. Las tendencias observadas quedarán recogidas en un manual sobre la historia del trabajo forzoso en la zona sur de África. Este estudio resultará de gran utilidad puesto que animará a los gobiernos africanos a adoptar una postura mucho más rigurosa frente a fenómenos vigentes como la trata de niños y la esclavitud doméstica. Se espera que la apertura de un debate sin tapujos sobre la historia del trabajo forzoso promovido por los europeos allane el camino para solucionar las variedades actuales de esta práctica represiva.