El imperativo de la bioética
El progreso de la medicina y la biotecnología agudiza la necesidad de proteger las consideraciones de índole ética y de aplicar políticas encaminadas a establecer límites en este sentido. La bioética, que trata sobre los aspectos filosóficos y éticos del aborto, la eutanasia, la ingeniería genética, la donación de órganos, los peligros biológicos, entre otros temas, es el marco adecuado para alcanzar dichos objetivos. En noviembre de 2009, la Comunidad Europea y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) organizaron con éxito el congreso JACOB («Congreso CE-Unesco: acción conjunta para el desarrollo de las capacidades en bioética»). Este evento sirvió para reforzar las capacidades profesionales y administrativas de las a la sazón recién creadas comisiones nacionales de bioética (CNB) en países en vías de desarrollo. Promovió la creación de una red internacional sobre ética que reúne por un lado a dichas CNB de África, el Caribe, Latinoamérica y otras regiones con, por otro lado, comisiones más expertas de Europa. En este acontecimiento, celebrado en Ciudad de México, se dieron cita más de cien representantes de organismos regionales, nacionales e internacionales dedicados al campo de la bioética. Los asistentes realizaron grandes progresos por lo que se refiere al intercambio de conocimientos sobre el establecimiento y el funcionamiento de las CNB, así como a las formas de mejorar la colaboración en el futuro. El principal objetivo del congreso fue la promoción de vínculos de trabajo para el intercambio de conocimientos y experiencias entre comisiones de todo el mundo. Esto constituye un gran avance de cara al refuerzo de las capacidades en el campo de la bioética de los países que hayan establecido recientemente o pretendan establecer próximamente tales comisiones nacionales de bioética. Sin duda JACOB ya ha contribuido de manera importante a la ampliación de las capacidades en bioética de varios países de todo el mundo. Esta labor ha permitido a tales naciones incorporarse al movimiento por la protección de los derechos humanos frente a las amenazas y los riesgos planteados por los avances científicos y tecnológicos. Se invitó a asistir al congreso a numerosos expertos para que expusieran sus conocimientos relativos a mejores prácticas de dirección de las CNB. Éstos abogaron por el desarrollo de procedimientos y políticas específicos para las comisiones de bioética y por una implicación eficaz de las mismas en la elaboración de las políticas. Durante la selección de participantes en este congreso se trató con gran esmero de conseguir un equilibrio entre comisiones experimentadas y comisiones recién formadas. De este modo las nuevas podrían beneficiarse plenamente de las experiencias de las más antiguas, sobre todo en relación a métodos de trabajo, resolución de problemas y lecciones aprendidas. Las sesiones celebradas pusieron de manifiesto que la bioética ocupa un lugar cada vez más destacado en la agenda política de los gobiernos de todo el mundo. Además, las ideas surgidas en el transcurso de las sesiones se recogieron en informes finales en los que, además, los participantes reafirmaron la función indispensable que desempeñan las CNB de cara a conformar y orientar en cada país el discurso y las prácticas en relación con la bioética. Muchas de las conclusiones y también de las ponencias se han publicado en la página web del congreso. Asimismo, la Unesco está ultimando la publicación de una recopilación de las ponencias leídas en el mismo. Se tratará de un documento que reunirá un volumen sustancial de información sobre los principales temas abordados durante este evento. JACOB ha cumplido una labor de promoción de la salud y del bienestar de naciones de todo el mundo al capacitar a las CNB para adoptar las políticas y los procedimientos más avanzados y al divulgar prácticas éticas mejores en las industrias de la medicina y la biotecnología.