Impulso científico a los sistemas celulares inalámbricos
Durante los últimos 20 años los sistemas celulares inalámbricos han avanzado enormemente, por ejemplo en el campo de la corrección de errores sin canal de retorno, el control de potencia, la adaptación de enlaces y la redundancia incremental, junto a aumentos masivos de la potencia de procesamiento. Esto significa que actualmente estos sistemas funcionan cerca de su capacidad y que se están universalizando los patrones de reutilización de frecuencias. La interferencia entre células es uno de los problemas mayores a los que se enfrentan los sistemas celulares inalámbricos. Tradicionalmente, un usuario es asignado a una célula y después se comunica con ese emplazamiento de célula, proceso que provoca interferencias en todos los demás emplazamientos del sistema. Los investigadores implicados en el proyecto Netmino («Múltiple entrada y múltiple salida de red para sistemas inalámbricos avanzados») desean eliminar esta dificultad. Comenzaron trabajando con la premisa de que en el enlace ascendente la interferencia entre células es una mera superposición de señales dirigidas a otras células (en otras palabras, señales recogidas en el lugar incorrecto). Los científicos creen que si estas señales se pudiesen clasificar y encaminar, en realidad dejarían de ser interferencias y resultarían útiles para detectar la información que transportan. Por este motivo, en última instancia, el objetivo debería ser dar servicio a todos los usuarios a través de todos los emplazamientos dentro de su zona de influencia. El equipo de investigación acepta este reto, afirmando que es teóricamente posible teniendo en cuenta el hecho de que todos los emplazamientos de celdas están conectados por una potente red troncal. Esta ambiciosa idea aprovecha el ancho de banda casi ilimitado disponible en las redes de fibra óptica para ir más allá del obstáculo de las interferencias entre celdas inalámbricas. Por consiguiente, en el marco de Netmino, la noción de celda se diluye una vez que los usuarios dejan de asignarse a lugares específicos y, en última instancia, hay una red de ubicaciones sirviendo a un conjunto de usuarios.