Luz y arena para matar virus de transmisión hídrica
Lamentablemente, la falta de servicios básicos de saneamiento sigue siendo una realidad en muchas partes del mundo y la tecnología de bajo coste es la única manera de avanzar. Los humedales artificiales emplean métodos naturales para purificar aguas residuales, pero se sabe poco acerca de su capacidad para inactivar agentes patógenos, en particular los virus de transmisión hídrica. Gracias a una beca Marie Curie fue posible realizar un importante proyecto de investigación en este campo. El proyecto financiado con fondos comunitarios Parvirdis utilizó técnicas de biología molecular para determinar los efectos sobre virus de diferentes tipos de tratamientos. En concreto, utilizaron el método de la reacción en cadena de la polimerasa (RCP) cuantitativa para medir los daños al genoma de un virus de prueba tras exponerlo al calor, a la luz ultravioleta (UV) y a especies reactivas del oxígeno. La luz UV demostró ser el método más eficaz a la hora de inactivar los virus. Basándose en investigaciones anteriores que demostraban que los virus se ligan fácilmente a los óxidos de metal mediante un proceso llamado adsorción, Parvidis probó una arena recubierta de óxido de hierro (IOC). Aunque resultó muy eficaz para atrapar los virus en el laboratorio, la IOC no les funcionó tan bien en el entorno de los humedales, donde el pH y otras propiedades del agua no eran ideales. Sin embargo, al combinar las IOC con la exposición a la luz solar, se obtuvieron resultados impresionantes. Esto se debe a la producción localizada de altas concentraciones del radical hidroxilo, que es muy reactivo y deja a los virus completamente inactivos. Estos resultados se están aplicando al desarrollo de un nuevo concepto de humedales artificiales para el tratamiento de aguas residuales.