La nanotecnología da un impulso a la electromecánica
Los sistemas electromecánicos, cada vez más pequeños, reportarán importantes beneficios a nivel tecnológico. Estos sistemas, que consumen menos y son más sensibles, pueden emplearse en varios campos. Estos dispositivos en miniatura de última generación se conocen como sistemas nanoelectromecánicos (NEMS), y consisten en componentes eléctricos y mecánicos a escala nanométrica. Esta tecnología integra accionadores mecánicos (como bombas o motores) con componentes nanoelectrónicos de tipo transistor. Puede emplearse en aplicaciones como sensores para la detección de tensión, fuerzas y vibraciones a nivel atómico o señales químicas. La miniaturización también permitirá perfeccionar los dispositivos de escaneado empleados en campos como la medicina o la seguridad. La tecnología NEMS se basa principalmente en nanotubos de carbono, esto es, en estructuras diminutas formadas por moléculas cilíndricas de carbono. Sus propiedades son tremendamente útiles en los ámbitos de la electrónica, la óptica, la nanotecnología y la ciencia en general. La enorme resistencia y la baja masa de estas estructuras de nanotubos, también denominadas alótropos del carbono, se alían para rebasar las fronteras de los NEMS existentes en la actualidad. Un proyecto financiado con fondos comunitarios se ha propuesto integrar «dispositivos nanoelectromecánicos basados en el carbono» con la tecnología del silicio y aplicarlos al campo de la tecnología de la información en forma de conmutadores y memorias. Los investigadores han llevado a cabo con éxito los procesos de modelización y medición relativos a esta novedosa tecnología, así como un estudio de viabilidad. Estos resultados sin precedentes sientan las bases de una generación de futuras tecnologías aún más miniaturizadas.
