Los hogares inteligentes, más cerca
El proyecto AMIGO («Inteligencia ambiental orientada a un entorno doméstico conectado en red») contó con el concurso de trece socios, entre ellos destacadas empresas de telecomunicaciones como France Telecom, Microsoft y Phillips, para materializar todas las posibilidades que ofrece el hogar inteligente y conectado en red. Para lograrlo, en primer lugar los socios debían resolver aspectos fundamentales como la falta de interoperabilidad entre los distintos dispositivos. Así, AMIGO creó una plataforma informática que permite que los diferentes dispositivos de un hogar se comuniquen entre sí, y también desarrolló tecnología de inteligencia artificial consciente del contexto que permite controlarlos. Conviene destacar que todos los componentes básicos y servicios de usuario están disponibles para todo el mundo como software de código abierto. Los socios del proyecto se abstuvieron de crear un sistema monolítico y decidieron poner el software al alcance de todos, convencidos de que de esta manera los hogares inteligentes estarían un paso más cerca de convertirse en una realidad. Puesto que la aceptación por parte de los usuarios finales revestía una importancia decisiva, el equipo se esforzó también por desarrollar servicios de usuario atractivos. Sin duda una de las mayores dificultades radicaba en conseguir que la tecnología funcionase desde el punto de vista técnico y, al mismo tiempo, animar a la gente a usarla. Los hogares proyectados por AMIGO se adaptan a las costumbres de sus ocupantes, de manera que ajustan la luz del ambiente para ver una película, cierran con llave las puertas cuando alguien sale de casa o avisan a parientes si un residente enferma o sufre un accidente. En el transcurso del proyecto se prepararon prototipos específicos para que sus ventajas resultaran evidentes de inmediato. Los socios del proyecto advierten que, pese a los avances técnicos de AMIGO, aún deberá pasar cierto tiempo hasta que los hogares inteligentes y conectados en red resulten algo común, pero el sueño del «hogar inteligente» se aproxima cada vez más a convertirse en una realidad.