Grandes logros de proyectos - Sensores magnéticos para una vigilancia aeroportuaria más inteligente
El mal tiempo, un diseño deficiente del aeródromo, los errores humanos o el desfase o la ineficacia de los sistemas de radar en tierra pueden provocar accidentes e incluso muertes. Un indicador de la existencia de problemas en la seguridad de un aeropuerto es la cantidad de cuasi-colisiones entre aviones y también entre aviones y vehículos terrestres debido a incursiones en pista. En 2008 se produjeron 1 009 incursiones en los aeropuertos gestionados por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA), una cantidad sin precedentes. El año pasado se observó un ligero descenso (951 incursiones), pero en los primeros nueve meses de 2010 ya se han producido 900. Es necesario realizar mejoras en la vigilancia de los aeródromos antes de que ocurra un accidente grave, sobre todo si se tiene en cuenta que el tráfico aéreo no tiene visos de disminuir. De este modo el consorcio de investigación Ismael, dirigido por la Universidad del Sarre (Alemania), se centró en crear «Funciones de gestión y vigilancia inteligentes para aplicaciones aeroportuarias basadas en detectores de campos magnéticos de bajo coste». Ismael desarrolló un sistema innovador que detecta fluctuaciones minúsculas en el campo magnético terrestre provocadas por un objeto en movimiento, como un avión o un camión de repostaje, y que servirá para aumentar la seguridad de un aeropuerto incluso en las condiciones climatológicas más desfavorables y en las que los demás sistemas de vigilancia carecen de eficacia suficiente. El sistema de detección de Ismael está diseñado para su integración en Sistemas Avanzados de Guía y Control del Movimiento en la Superficie (A-SMGCS). Es capaz de mejorar el equipo A-SMGCS existente en aeropuertos de gran tamaño, pero la sencillez del sistema lo hace apto para aeropuertos más pequeños que no pueden permitirse equipos y sistemas complejos. Este método innovador, probado en tres aeropuertos de Alemania y Grecia, se basa en una matriz de sensores pequeños y de bajo coste que permiten hacer un seguimiento de la «huella magnética» de los aviones, es decir, la leve influencia que ejerce el fuselaje metálico de los aviones en el campo magnético de la Tierra. La tecnología de Ismael informa del tipo de vehículo o aeronave y su posición, velocidad y dirección. Así pues, mejora la conciencia situacional en el control del tráfico aéreo y permite que los gestores de aeropuertos den cabida al incremento de la demanda que se espera en el futuro, a la vez que reduce los retrasos y los costes de entrega a niveles aceptables. No sólo salva vidas El objetivo principal de las mejoras de la seguridad investigadas por Ismael es ahorrar muertes innecesarias, pero el equipo no desaprovecha la ocasión para hacer notar los importantes beneficios económicos de su sistema. Por ejemplo, al conocer con exactitud la ubicación y el rumbo de una aeronave o vehículo terrestre, los aeropuertos podrán mantener su rendimiento incluso en momentos de baja visibilidad. El sistema de Ismael presenta varios otros aspectos tecnológicos positivos. El reducido tamaño de sus sensores y su diseño modular permiten instalar el sistema con rapidez y relativa facilidad en casi cualquier ubicación. Además, gracias a estas características, el sistema consume menos energía y su mantenimiento y actualización son sencillos. El sistema de Ismael realiza una «detección pasiva», por lo que no es necesario instalar transpondedores adicionales en los vehículos que se desea controlar. La tecnología no se basa en ondas de radio, por lo que no interfiere en otros sistemas de este tipo como los que poseen las aeronaves. Además, «al sensor no le afectan en absoluto los edificios, otras aeronaves, el tráfico rodado ni ningún otro objeto que pudiera interponerse en la línea de visión del equipo existente», aseguraron los investigadores. Fiable, viable Desde que en 2007 finalizase la parte del proyecto financiada con fondos comunitarios, los socios de Ismael han mantenido en funcionamiento los tres emplazamientos de pruebas para reunir datos sobre la fiabilidad de su sistema. En este periodo otros aeropuertos y empresas han manifestado su interés en probar los sensores de Ismael, indicó Uwe Hartmann, uno de los coordinadores del proyecto. «Además, hace poco recibí a dos representantes de la corporación MITRE, una consultoría pública estadounidense empleada por la FAA. MITRE está estudiando "tecnologías para torres de control remotas" e Ismael se recomendará sin duda como la mejora tecnológica más adecuada para aeropuertos de pequeño y mediano tamaño», declaró a CORDIS Noticias. En los emplazamientos de pruebas de Fráncfort y Salónica la información generada por las instalaciones de sensores de Ismael se ha combinado con otras fuentes de datos como el radar, datos de vuelo y señales de transpondedores. A pesar de que las capacidades técnicas del sistema de Ismael han quedado plenamente demostradas, es necesario seguir trabajando para establecer sus credenciales operativas en el mercado, según apuntó el Sr. Hartmann. La introducción de tecnologías nuevas en los aeropuertos es lenta y requiere paciencia, señaló, y por esta razón él y sus colaboradores aprovechan todas las oportunidades para publicitar Ismael ante las organizaciones y autoridades pertinentes. «El proceso parece ser más lento que en otros campos tecnológicos, quizás por la gran cantidad de requisitos de seguridad», adujo. «En este momento estamos más cerca de instalar la tecnología de Ismael en los Estados Unidos que en Europa.» Ismael recibió fondos del apartado de Tecnologías de la Sociedad de la Información (TSI) del Sexto Programa Marco de investigación de la UE.