Comunicación entre vehículos inteligentes para mejorar la seguridad vial
La red vial diseñada por la iniciativa eSafety fomentará el empleo de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para asegurar un transporte por carretera más inteligente, seguro y ecológico, aspectos cada vez más necesarios. Los atascos consumen una cuarta parte del tiempo de conducción de los europeos, una situación que no hace sino empeorar. Además, cada año mueren cerca de 40.000 personas en la Unión Europea y otro millón y medio resultan heridos en accidentes de tráfico. Las estadísticas referentes a éstos son abrumadoras y pueden incluso ocultar el hecho de que cada caso es una tragedia humana. Como parte de los esfuerzos para acelerar el desarrollo, la implantación y el empleo de sistemas de seguridad vial, la Comisión Europea ha financiado la creación del «observatorio de seguridad electrónica» (eScope). Su objetivo era reforzar y armonizar las actividades de la industria de la automoción dedicadas a la introducción de sistemas cooperativos en las comunicaciones entre vehículos inteligentes. Estos sistemas inteligentes permiten que los vehículos se comuniquen entre sí y con los gestores de la infraestructura vial mediante tecnología inalámbrica. Esta tecnología puede reducir accidentes y atascos por ejemplo avisando a otros conductores de las condiciones adversas de la carreteras o de la incidencia de colisiones. Los socios del proyecto Escope trabajaron con asesores, expertos y representantes de la industria de toda Europa para informarse de los progresos realizados en una nueva solución de seguridad electrónica. El servicio paneuropeo de llamada de emergencia desde el vehículo (eCall) permite conectar de forma automática con los servicios de emergencia tras un accidente y proporcionarles la localización exacta del vehículo, reduciendo el tiempo de respuestas de éstos. En principio la tecnología ya está disponible, pero existen escollos legales, económicos y de coordinación que han de superarse antes de poder implantarla en todos los Estados miembros. Los debates realizados durante el proyecto Escope dejaron claro que, a pesar de que los problemas son diferentes en cada Estado miembro, en conjunto retrasan la puesta en marcha de la tecnología. En 2006, Escope presentó la «Iniciativa del Vehículo Inteligente», que sirvió para mostrar distintas tecnologías a los órganos decisorios pertinentes. También creó una base de datos de acceso abierto sobre sistemas de seguridad electrónica e informes exhaustivos sobre el progreso de las actividades orientadas al logro de los objetivos de la seguridad electrónica. Así pues ya se han dado los primeros pasos importantes para cumplir con el objetivo europeo de reducir los accidentes en carretera. No obstante, la inversión pública en infraestructuras viales esenciales deberá equipararse a la realizada por la industria automovilística en la comunicación entre vehículos inteligentes. Sólo si se cumple esta condición los conductores europeos podrán circular con mayor seguridad.