Nuevas formas de gestionar la basura
La población precisa que la recogida de basuras se realice de forma regular y eficiente debido a que lo contrario, un servicio de gestión de residuos mal gestionado, puede afectar de forma negativa a la calidad de vida en zonas densamente pobladas. En países meridionales y nuevos Estados miembros de la UE el rápido desarrollo económico ha venido aparejado de un aumento de los residuos generados en sus ciudades. Esta situación ha planteado la necesidad de mejorar los sistemas de gestión de residuos y el grado de reciclaje de los mismos para que pudieran estar a la altura de las directrices comunitarias. El proyecto financiado con fondos comunitarios Lca-iwm se creó para ayudar a las secciones de los ayuntamientos responsables de la gestión de residuos a mejorar sus servicios. Uno de los socios del proyecto, la Universidad Tecnológica de Breslavia (Polonia), recopiló información sobre municipios de distintas partes de Europa. Esta información permitió a los investigadores obtener una idea más detallada del clima, la infraestructura y el tipo de población de las zonas urbanas estudiadas. El equipo polaco obtuvo datos de zonas urbanas concretas en relación a la recogida, transporte, almacenamiento y tratamiento de residuos que se utilizaron para programar nuevas estrategias de gestión en función de las condiciones locales. Los residuos producidos en cada una de las ciudades son dispares en cuanto a cantidad y contenido y era necesario realizar mediciones para lograr una gestión adecuada. Los propios municipios realizaron un análisis de sus residuos mediante distintas técnicas. Además, entidades de las zonas urbanas estudiadas realizaron encuestas mediante cuestionarios para averiguar la opinión de la población sobre las plantas de tratamiento de residuos. El trabajo realizado por el proyecto Lca-iwm puede facilitar el desarrollo de herramientas de apoyo a la planificación y control de la gestión de residuos. A pesar de que las estrategias se desarrollaron con el objetivo de ponerse en práctica en países europeos meridionales y nuevos Estados miembros, pueden aplicarse en ciudades de toda la UE. Además, el estudio reforzó las buenas prácticas en la gestión de residuos en toda Europa mediante la recuperación de los mismos y la promoción de prácticas de reciclaje.