Mejores estimaciones de la emisividad de la superficie terrestre sobre los polos
Existen predicciones que indican que los efectos del cambio climático podrían notarse especialmente en los polos de la Tierra. Lamentablemente, los datos meteorológicos de los que se dispone, tanto actuales como históricos, sobre estas remotas regiones son extremadamente limitados. Esto ha llevado algunos científicos a recurrir a los datos de observación de la Tierra obtenidos por satélite. Especialistas en física atmosférica de la Universidad de Bremen coordinaron un estudio científico internacional cuya meta era conseguir nuevos productos para la observación de las regiones polares. Durante el proyecto, denominado IOMASA, se creó un algoritmo nuevo con el que realizar cálculos aproximados de la emisividad de la superficie a partir de radiómetros AMSU (Unidad Avanzada de Sondeo por Microondas) a bordo de satélites de la Administración Nacional Océanica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA). El primer paso consistió en crear un modelo de transferencia por radiación con datos de la atmósfera superior procedentes del Centro Europeo de Predicción Meteorológica a Medio Plazo (CEPMPM). La temperatura del brillo de la atmósfera predicha se cotejó a continuación con la temperatura real registrada por los radiómetros AMSU, tras lo cual se pudo determinar correctamente la emisividad de la superficie. La emisividad mencionada es un factor importante que determina el balance energético del planeta. Por consiguiente, unas estimaciones más precisas de esta variable fundamental, en especial sobre los polos, podría contribuir a aumentar la precisión de los modelos climáticos globales.