Estudio sobre los efectos del calor en los depósitos geológicos
Muchos tipos de residuos radiactivos generan calor, lo cual debe tenerse en cuenta a la hora de planificar su almacenaje subterráneo a largo plazo. Por esta razón, el Programa EURATOM brindó apoyo a un consorcio de institutos europeos de investigación para que estudiasen los efectos del calor sobre el terreno en el que se ubicarían los depósitos geológicos profundos. Se realizaron experimentos por medio de pozos de sondeo sobre el terreno para obtener los datos más exactos que fuera posible. Se situó un tubo de calor en posición adyacente a la barrera de bentonita que envuelve el terreno de arcilla opalina donde se alojaría el depósito, y se mantuvo a temperatura constante durante dieciocho meses. Los especialistas de la Gesellschaft fuer Anlagen- und Reaktorsicherheit (GRS) mbH (Alemania) aplicaron técnicas geoeléctricas para obtener datos de resistividad que reflejaron la distribución del agua en la arcilla. Se observó que la saturación era relativamente homogénea. Tan sólo se apreciaron pérdidas menores en las proximidades del suelo que se atribuyeron a la formación de microfisuras. Por consiguiente, los investigadores de la GRS concluyeron que las temperaturas de hasta 50°C no provocan la deshidratación de la arcilla opalina. Será necesario proseguir el estudio para corroborar si puede decirse lo mismo a temperaturas cercanas a los 100°C. Esta información es esencial para la selección del emplazamiento idóneo y el diseño de los depósitos geológicos profundos en los que alojar residuos radiactivos.
