Una correcta aplicación de la Directiva de baja tensión
La ampliación de la UE resulta muy positiva, pero también plantea muchos retos. Antes de convertirse en Estados miembros, se toma una serie de medidas para asegurarse de que los países candidatos cumplen la normativa de la UE. El proyecto LVD, financiado a través del Programa GROWTH, es un buen ejemplo de ello. Su objetivo era ayudar a los laboratorios de ensayo y calibración de los Nuevos Estados Asociados (NAS) a cumplir los preceptos de la Directiva de baja tensión de la UE. Un equipo de ingenieros eléctricos de la Universidad de Liubliana coordinó este proyecto, en el que también participaron socios de otros siete países. Se evaluaron laboratorios de ensayo y calibración de varios NAS, especialmente en lo que se refiere a su capacidad para evaluar el recalentamiento de aparatos eléctricos por medio de los denominados «Black test corners» (BTC). Lamentablemente, las diferencias entre los dispositivos de BTC utilizados en los distintos países eran considerables. Concretamente, se observó una variación sustancial en lo que se refiere al tamaño y características físicas del dispositivo de BTC, así como al número y posición de los sensores de su interior. Además, los procedimientos que utilizaban los laboratorios de ensayo y calibración evaluados para probar los aparatos diferían entre sí considerablemente. La Universidad de Liubliana y sus socios del proyecto LVD recomendaron que se creara una norma para la fabricación y utilización de dispositivos de BTC, a ser posible de la mano de la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI). Esto contribuirá a eliminar las diferencias entre los resultados de distintos laboratorios de ensayo y calibración y evitará la puesta en el mercado involuntaria de productos peligrosos.