Tejas de cerámica densa a partir de ceniza volante reciclada
Varios países de los Balcanes Occidentales cooperaron en el marco del proyecto REINTRO para encontrar formas de aprovechar sus residuos industriales y favorecer el tratamiento de residuos. Una solución innovadora consistió en añadir a la arcilla ceniza volante, procedente de plantas que emplean carbón como combustible, para producir tejas de cerámica densa. El producto resultante cumplía los criterios de toda una serie de pruebas habituales. Las tejas tenían una elevada resistencia mecánica y una excelente resistencia a la corrosión biológica y química. También tenían una baja tendencia a la formación de biopelículas de microorganismos en su superficie. Estas propiedades implicaban que las tejas eran muy indicadas para distintos entornos complicados con suelos y aguas subterráneas contaminados, como tuberías de aguas residuales y plantas depuradoras de agua. Las tejas también podían usarse en puertos y en explotaciones agrícolas, centrales lecheras, mataderos y en la industria de fabricación de fertilizantes. El uso de ceniza volante como materia prima para tejas ha ayudado a preservar las materias primas naturales y a mantener la calidad del producto. Esto a su vez reduce los costes y genera empleo.