Por unos aerogeneradores silenciosos
Los grandes aerogeneradores producen ruido que se genera en el borde de salida e impide, a pesar de las crecientes presiones en este sentido, su implantación en Europa. Por tanto, se necesitaba un sistema para localizar las fuentes de ruido y posteriormente cuantificar éste. Para el control del ruido se utilizó una red plana de unos 150 micrófonos colocados en el suelo con un diámetro aproximado de ocho metros. Esta red puede localizar la fuente de ruido en el plano del rotor por medio de la conformación de haz o «beamforming», un proceso convencional de recepción o transmisión de señales direccionales. De este modo fue posible distinguir si la señal acústica provenía, por ejemplo, de la barquilla o de las palas. Además, se utilizó una técnica alternativa de procesado que consistió en la medición de las revoluciones por minuto mediante una señal de disparo. Así, el método de procesado identifica el ruido que genera cada pala en rotación al localizar y medir su señal sin efecto Doppler. Estas técnicas han mejorado la relación señal/ruido y, con el apoyo continuo a la investigación y el desarrollo, es posible hacer estos rotores aún más silenciosos.