Formas complejas de manera sencilla
La fabricación de componentes de formas complejas es un proceso importante para la producción industrial, y de manera especial en la industria del automóvil. La pulvimetalurgia es un proceso industrial que permite dar forma a las piezas con un mínimo de desperdicio, reduciendo así los costes de fabricación. No obstante, este procedimiento tiene una desventaja: no permite producir formas complejas sin un tratamiento posterior. Para solucionarlo, se necesitan delicados procedimientos de mecanizado para dar forma al metal tratado con calor. Esto implica una complejidad tal que requiere el uso de maquinaria costosa. El proyecto PM-MACH prestó atención a este problema y desarrolló técnicas nuevas para el prensado, la sujeción y el maquinado del polvo que permiten ahorros de principio a fin del proceso. Los investigadores, con sede en Suiza, idearon una «estrategia de corte óptimo» para fresar los materiales de la pulvimetalurgia. Esta tecnología es capaz de recortar formas complejas con herramientas de fresado para derecha e izquierda y fresas con ejes cilíndricos. La idea fundamental es empezar siempre a cortar siguiendo el método del fresado «descendente» [en la misma dirección que la alimentación]. Seguidamente, se sustituye la herramienta inicial de fresado por otra. La hélice de ésta tiene una orientación opuesta y su trayectoria finaliza donde acabó la primera. Esta estrategia de corte sirve para complicados contornos tridimensionales y requiere una lubricación mínima, lo que obvia la necesidad de emplear refrigerante de alta presión y es menos nocivo para el medio ambiente.