De la percepción a la acción
La comunidad de usuarios, interesada mayormente en un enfoque pragmático, ha sido la que ha transmitido una fuerte motivación en el desarrollo de esta innovadora prótesis. Los pacientes expresan con frecuencia la necesidad de sustituir el miembro perdido con una mano funcional que les permita realizar tareas diarias de forma autónoma. La mano cibernética se conecta por definición a interfaces neuronales humanas y, de esta forma, permite aprovecharse del mecanismo de coordinación motor-sensor que controla las fuerzas de agarre. Puesto que no sólo imita la estructura osteomuscular, las señales neuronales que solían llegar a los músculos de la mano original se interpretan para que se correspondan con los movimientos de las articulaciones. Aunque el objetivo final es la conexión de la cibermano a través de interfaces neuronales implantadas en los nervios periféricos, su diseño modular permite la explotación y, lo que es más importante, la validación de interfaces neuronales distintas. La investigación realizada en el Fraunhofer Institut für Biomedizinische Technik («Instituto Fraunhofer de Técnica Biomédica») se enfocó en el desarrollo de sistemas de telemetría implantables para el registro de señales electroneurográficas y la estimulación de los nervios periféricos. El sistema sensorial de la cibermano posee sensores diseñados para emular de una forma funcional los receptores del tacto de la piel humana y producir información sobre la interacción entre la mano y el objeto tocado. Los sensores de tacto biológicos representan las propiedades físicas del medio ambiente en contacto con la piel y se pueden encontrar en varias estructuras en la piel humana. La respuesta de las neuronas sensoriales a estímulos mecánicos, como el tacto o la presión en los tejidos, fueron investigados mediante un estimulador neumático. El sensor ultrasónico incorporado en la punta de estimulación suministraba la información esencial del contacto. El diseño modular de la cibermano hace que sea relativamente fácil sacar provecho de tecnologías avanzadas y probar hipótesis científicas relacionadas con el papel funcional de los sensores biológicos al acometer tareas de manipulación. Sin duda, cabe esperar que en el futuro se consigan propiedades similares a las de la piel natural con la implantación de series de sensores flexibles configuradas como una «piel» externa.
