Vigilar la robustez de la generación distribuida
Europa ha montado una campaña para incrementar la cantidad de electricidad que genera a partir de fuentes de energía renovables (FER). Como resultado, la red eléctrica será más distribuida y obtendrá importantes beneficios técnicos, económicos y medioambientales. La Comisión Europea está financiando I+D para ayudar a acelerar la adopción de fuentes de energía más limpias. El proyecto CRISP, por ejemplo, trató de mejorar la generación distribuida (GD) con las tecnologías de la información y las comunicaciones más recientes. IDEA, una compañía activa en la investigación sobre redes eléctricas, examinó la cuestión de la robustez de la GD durante CRISP. Comenzaron con una descripción completa de la red, centrándose en el aspecto de la transmisión. La fiabilidad se expresó como una función del grado de penetración de GD. También se deben tener en cuenta las medidas para evitar apagones. Durante CRISP, IDEA inventó un índice que proporciona una evaluación precisa del sistema de estabilidad en tiempo real. El índice se calcula a nivel de la red local, pero también puede integrarse en áreas mayores. Esta flexibilidad permite la gestión de restricciones locales y globales. IDEA también examinó cómo tratar las repercusiones del islanding intencionado, un fenómeno asociado a una infiltración mayor de las FER. Finalmente, idearon los mecanismos de control y comunicación necesarios para garantizar condiciones de funcionamiento seguras.