Envejecimiento artificial de artefactos de cobre
Los artefactos arqueológicos de bronce representan el desarrollo de muchas civilizaciones, en un período que se extiende desde el 3000 hasta el 1000 A.C. De China a Babilonia y llegando al Mar Egeo, la Era de Bronce refleja las culturas en lo referente a sus herramientas, su arte y arquitectura y el nivel de su civilización. Los artefactos a base de cobre desarrollan una patina o una capa externa de productos de la corrosión al estar expuestos durante tiempo al aire, el agua o el suelo; de hecho, en cualquier lugar donde se encuentren estas valiosas piezas. Para los museos el desafío es enorme, ya que deben tratar de continuar protegiendo las piezas restauradas de los rigores atmosféricos. Asimismo, los artefactos pueden estar contaminados con sales solubles como los cloruros, de modo que la pieza continuará erosionándose a menos que sea tratada. Unos investigadores del proyecto europeo EFESTUS han desarrollado nuevos métodos para restaurar y conservar estos valiosos artefactos. El equipo del proyecto, de la Universidad Técnica Nacional de Atenas, ha ideado un modo por el cual las aleaciones de cobre pueden ser envejecidas artificialmente. Este método se basa en una combinación de tratamientos químicos y de enterramiento de materiales similar a los utilizados en el tiempo histórico correspondiente. La idea era que luego el cobre degradado podría ser utilizado como material con el que probar los métodos de restauración desarrollados recientemente. El proceso completo se ideó sobre la base de su estudio a fondo del proceso de corrosión. Esto implica la formación de una capa exterior de compuestos de cobre (II) y una capa interior del mineral de cobre cuprita. Debajo de la cuprita se forma una capa de cloruro de cobre. Desde el punto de vista químico, uno de los responsables que acelera el proceso es la capa de cuprita. Se cree que esto permite el transporte de iones de cloruro y de iones de óxido hacia el interior. Lamentablemente, los iones de cloruro actúan a modo de autocatalizador. Esto significa que aceleran la reacción en la cual están implicados y, además, que son uno de los productos. Entonces, el resultado de la reacción es que se acumulan más iones de cloruro con cloruro de cobre y cuprita. Investigaciones de este tipo pueden beneficiar a la salud económica de los museos. La restauración y el mantenimiento continuos de artefactos son tareas costosas. Para empezar, los métodos innovadores podrían prevenir la corrosión. El dinero ahorrado podría luego utilizarse para instalar vitrinas por medio de las cuales controlar este proceso perjudicial.