Fortalecer la seguridad del agua y los alimentos frente a las cianobacterias tóxicas
Los microorganismos son una parte importante de los ecosistemas de agua dulce y salada, pero algunos, como las cianobacterias (antes denominadas «algas verdeazuladas») producen potentes toxinas. Las cianobacterias son las principales responsables de las floraciones de algas nocivas en el agua dulce, las cuales afectan de forma sustancial a la calidad del agua y la salud humana. El contenido excesivo de nutrientes en el agua (eutrofización), el cual se ve exacerbado por el cambio climático y el aumento de la contaminación ambiental provocada por las actividades humanas, favorecen las floraciones de cianobacterias nocivas. Además, el cambio climático y la contaminación están reduciendo la disponibilidad de agua limpia. Como consecuencia, algunas veces se emplea agua contaminada por cianotoxinas para el consumo humano y el riego agrícola, lo cual pone en peligro la salud humana. En el proyecto TOXICROP, que contó con el apoyo de las acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA, por sus siglas en inglés), se trató de cerrar importantes brechas del conocimiento relacionadas con las cianotoxinas en las aguas de riego y su efecto en la agricultura y la seguridad alimentaria, así como desarrollar métodos de remediación.
Datos multirregionales sobre la contaminación del agua por cianotoxinas
Los estudios previos sobre la contaminación de alimentos vegetales por agua con cianotoxinas se han llevado a cabo sobre todo en el laboratorio, donde los supuestos de investigación se simplifican de forma sustancial. «Esos estudios fueron esenciales para obtener conocimientos básicos sobre las consecuencias de las cianotoxinas en el desarrollo y la productividad de los cultivos (pérdidas de rendimiento) y la transferencia de contaminantes a las plantas (calidad de los alimentos)», señala el coordinador del proyecto, Alexandre Campos, del Centro Interdisciplinario de Investigación Marina y Ambiental (CIIMAR) de la Universidad de Oporto. TOXICROP capitalizó estos conocimientos y contó con la ayuda de participantes europeos y socios de Colombia, Cuba, Egipto, Marruecos y Perú. Su equipo analizó aguas de riego de diferentes países, regiones y fuentes y llevó a cabo estudios de campo y laboratorio. Es más, en TOXICROP se cartografió la contaminación por cianobacterias en regiones aisladas y escasamente estudiadas de Egipto y Perú. En conjunto, el proyecto mejoró la comprensión de los riesgos asociados al uso de aguas contaminadas con cianobacterias en la agricultura a nivel mundial y, al mismo tiempo, contribuyó a la preocupación existente por la seguridad alimentaria.
Soluciones basadas en la naturaleza para la remediación de aguas contaminadas por cianotoxinas
Además, el equipo de TOXICROP desarrolló tecnologías rentables para el tratamiento del agua y la eliminación de cianotoxinas, lo cual tiene una gran importancia de cara al futuro. «Las soluciones basadas en la naturaleza demostraron ser muy eficaces para reducir la contaminación por cianobacterias. Entre ellas figuran la estratificación múltiple del suelo y los humedales artificiales, soluciones que aprovechan los procesos físicos y bioquímicos naturales. El primero es un método de infiltración-percolación basado en el suelo, mientras que el segundo es un método de filtración del agua de ingeniería que combina vegetación de humedales, suelos y sus conjuntos microbianos asociados», explica Campos.
Cooperación mundial frente a una amenaza planetaria creciente
Como proyecto MSCA con participantes de terceros países, TOXICROP superó problemas relacionados con los visados, el idioma, la comunicación y las diferencias culturales. Esto fue gratificante a nivel tanto personal como científico, señala Campos. El proyecto tuvo una gran importancia en la formación y educación de investigadores, así como en el fomento de la cooperación científica internacional. «TOXICROP ha contribuido a dilucidar el efecto de las floraciones de cianobacterias nocivas en la salud humana y el medio ambiente. Los nuevos datos fundamentarán la formulación de directrices actualizadas sobre los niveles de cianotoxinas en las aguas de riego. Además, nuestras tecnologías de tratamiento del agua, sencillas, naturales y rentables, son muy pertinentes en regiones vulnerables que carecen de tecnologías convencionales de tratamiento del agua», concluye Campos. El equipo de TOXICROP publicó treinta y seis artículos revisados por pares que, en el futuro, servirán de guía a las partes interesadas. El proyecto ha contribuido de forma notable a satisfacer las necesidades societales de agua limpia y gran calidad para consumo humano y uso agrícola ante la creciente amenaza de las floraciones de cianobacterias nocivas.
Palabras clave
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