Vigilancia basada en datos y alertas para la protección del Ártico
El hielo marino del Ártico se está reduciendo en 74 000 kilómetros cuadrados al año, lo cual supone una pérdida media del 13 % por década. A medida que la región se vuelve más accesible, aumentan las actividades marítimas, como la navegación y la pesca. Aunque dicha actividad económica puede beneficiar a los habitantes locales, conlleva riesgos. La pesca incontrolada puede diezmar las poblaciones, mientras que la extracción de recursos naturales como los combustibles fósiles podría tener importantes repercusiones medioambientales. Resulta esencial que estas actividades se controlen cuidadosamente para garantizar la protección de este frágil ecosistema, pero ello supone un reto. «Las condiciones meteorológicas extremas y los rápidos cambios de las condiciones terrestres y marítimas a menudo han dificultado la detección de cambios en el Ártico», explica el coordinador del proyecto ARCOS, Massimo Sernicola de e-GEOS, una empresa conjunta de la Agencia Espacial Italiana y la empresa de servicios de vuelos espaciales Telespazio. Y añade: «La apertura de las rutas marítimas y el acceso a los recursos naturales también ha suscitado nuevos problemas de seguridad».
Detectar comportamientos sospechosos
El proyecto ARCOS pretendía reforzar el conocimiento de la situación de la región ártica por parte de la Unión Europea (UE) mediante un mejor uso de los datos obtenidos por satélite. El equipo del proyecto creó un sistema integral de vigilancia que combina datos de observación de la Tierra (OT) de los satélites Copernicus con datos de observación no terrestre, inteligencia artificial (IA) y conocimientos humanos. Este sistema ofrece una visión global de las tendencias del Ártico, además de alertas tempranas. «La plataforma multicomponente procesa los datos de OT y luego los combina con otras fuentes, como los datos sensoriales y la IA», explica Sernicola. Los usuarios pueden activar servicios específicos según sus conocimientos y necesidades, y pueden diseñar informes y cuadros de mando basados en sus análisis. La plataforma puede utilizarse para detectar comportamientos sospechosos, como movimientos inusuales de buques, y alertar de inmediato a los usuarios cuando se detecten tales anomalías.
Vigilancia en el Ártico
Se pusieron en marcha diversos proyectos piloto para probar y validar el sistema, incluida la vigilancia marítima y el seguimiento de la actividad terrestre. «Utilizamos el sistema para identificar “buques oscuros” que no emiten su posición», señala Sernicola. «También pudimos detectar cambios en lugares específicos de interés en tierra, como el tamaño de las plantas industriales». Dichos proyectos piloto demostraron cómo el sistema ARCOS puede proporcionar a los analistas y organismos reguladores nuevos conocimientos sobre el comportamiento inusual de los buques y otras actividades. Por ejemplo, la detección de icebergs puede ayudar a minimizar el riesgo para el tráfico marítimo. Dichos conocimientos son fundamentales para mantener la seguridad y la protección medioambiental en el Ártico. «Hemos podido demostrar que los datos de OT, los datos no terrestres y la IA pueden integrarse con éxito para producir información espacial útil», afirma Sernicola. «La plataforma que hemos desarrollado puede personalizarse para satisfacer diversas necesidades de los usuarios, ya sea con fines de investigación u operativos. Esta adaptabilidad convierte a ARCOS en una valiosa herramienta para la vigilancia continua en el Ártico».
Modelos de inteligencia artificial mejorados
El sistema ARCOS supone un avance importante para enriquecer el servicio de Copernicus en apoyo a las acciones exteriores y de seguridad de la UE (SESA). El servicio europeo de información geoespacial pretende ayudar a la UE y a sus Estados miembros mejorando el conocimiento de la situación en ámbitos relacionados con la seguridad. De cara al futuro, Sernicola considera que el desarrollo de modelos avanzados de IA que puedan hacer frente a las complejas condiciones ambientales del Ártico supone un reto clave. La falta de datos de entrenamiento que se centren específicamente en el Ártico es un tema importante que aún debe abordarse. «De cara al futuro, tenemos que seguir perfeccionando nuestros modelos de IA e incluir más fuentes de datos», afirma. «Lo necesitamos para mejorar nuestras capacidades de detección de buques, por ejemplo para diferenciar los buques de las rocas o los icebergs. Eso ofrecerá una precisión y una capacidad de predicción aún mayores».
Palabras clave
ARCOS, Copernicus, Ártico, pesca, navegación, ecosistema, meteorología, satélite, observación de la Tierra, iceberg, IA