Fomento de prácticas responsables de investigación a nivel institucional
La integridad en la investigación es la base de una ciencia fiable y digna de confianza. La buena noticia es que las infracciones graves de las buenas prácticas de investigación, como la falsificación, la invención y el plagio, son relativamente infrecuentes. Algunos estudios han calculado que entre el 1-2 % de los científicos incurren en este tipo de prácticas. Por desgracia, cuando esto ocurre, los medios de comunicación suelen prestarle mucha atención. Más preocupante es la frecuencia de prácticas cuestionables de investigación como, por ejemplo, un mal diseño experimental, una metodología insuficiente y unos análisis incompletos. Y también está la cuestión del despilfarro, ya que en un destacado artículo se calcula que el 85 % de toda la financiación de la investigación clínica se desaprovecha. «Las infracciones intencionadas e involuntarias de la integridad científica y las buenas prácticas de investigación reducen la calidad de la investigación hecha y la fiabilidad de los resultados —explica Mads P. Sørensen, catedrático de la Universidad de Aarhus (Dinamarca)—. Si se percibe que las instituciones científicas y las prácticas de investigación flaquean, la confianza del público en la ciencia puede peligrar». Según Sørensen, los organismos de investigación y los organismos de financiación de la investigación desempeñan un papel fundamental en el fomento de prácticas responsables de investigación. «Esos organismos tienen una gran importancia para facultar y capacitar a los investigadores a fin de que actúen de forma responsable en sus prácticas de investigación, así como a la hora de detectar y manejar las infracciones de los principios de integridad en la investigación», afirma el catedrático. Pero para cultivar una cultura y unas prácticas responsables de investigación es necesario que los organismos de investigación y los organismos de financiación de la investigación dispongan de políticas, procedimientos y estructuras adecuados, y ahí es donde entra en juego el proyecto SOPs4RI, financiado con fondos europeos. «En SOPs4RI se creó un conjunto de procedimientos operativos estándar y directrices fáciles de usar que dichos organismos pueden utilizar para desarrollar sus propios planes de fomento de la integridad en la investigación», agrega Sørensen, que coordinó el proyecto.
Integridad en la investigación
Esos procedimientos y directrices se ofrecen a través de la SOPs4RI Toolbox, una plataforma abierta, gratuita y orientada a la práctica diseñada para respaldar una investigación responsable. «La idea que subyace a este conjunto de recursos es que las instituciones puedan utilizarlo para crear sus propios planes y políticas de integridad en la investigación», comenta Sørensen. En primer lugar, el equipo del proyecto definió los temas de integridad en la investigación que se deberían abordar en los planes de fomento de la integridad en la investigación. Para garantizar que el conjunto de recursos respondiera a las necesidades reales de los organismos de investigación y los organismos de financiación de la investigación, se llevó a cabo un proceso de investigación y desarrollo exhaustivo que incluyó una revisión exploratoria, una estudio basado en el método de Delfos, entrevistas a grupos de debate internacionales, talleres de creación conjunta, una encuesta multinacional y pruebas preliminares en quince instituciones. El resultado de este trabajo es un conjunto de recursos integral con 131 directrices que abordan todos los temas y subtemas de la integridad en la investigación, incluidas directrices existentes de gran calidad, así como nuevas directrices desarrolladas en el marco del proyecto SOPs4RI. Varias instituciones europeas e internacionales están empleando ya la SOPs4RI Toolbox. También se hace referencia a ella en el programa marco Horizonte Europa de la Unión Europea, así como en la nueva versión del Código Europeo de Conducta para la Integridad en la Investigación de ALLEA. Además del conjunto de recursos, el proyecto publicó varios artículos científicos de gran calidad, entre ellos uno en «Nature».
Planes de fomento
Sørensen confía en que más instituciones aprovechen el conjunto de recursos del proyecto y utilicen sus directrices como inspiración para crear sus propios planes de fomento de la integridad en la investigación. «Si de verdad queremos hacer algo contra la mala praxis científica, las prácticas cuestionables de investigación y el despilfarro en la investigación, no podemos centrarnos solo en los investigadores, tenemos que examinar el sistema científico, nuestra cultura de la investigación y lo que pueden hacer las instituciones —concluye Sørensen—. Nuestro conjunto de recursos y directrices cubren el nivel institucional».
Palabras clave
SOPs4RI, Código Europeo de Conducta para la Integridad en la Investigación de ALLEA, organismos de investigación, organismos de financiación de la investigación, investigación responsable, ciencia, científicos, integridad en la investigación, mala praxis científica, despilfarro en la investigación