Mejora de la capacidad de las fuerzas de seguridad para luchar contra el abuso de menores en línea
Aunque la Unión Europea y sus Estados miembros colaboran estrechamente en la lucha contra el abuso sexual de menores en línea, los casos de material de abuso sexual de menores (CSAM, por sus siglas en inglés) en línea siguen aumentando. De hecho, según cifras de Europol, en 2022 se produjeron 684 casos de CSAM, con 60 investigaciones que condujeron a 30 detenciones y a la protección de 40 víctimas. «Las fuerzas de seguridad internacionales y europeas están desbordadas por el número cada vez mayor de casos de CSAM», afirma Peter Leškovský, investigador principal de análisis de vídeo de seguridad inteligente en Vicomtech. Para salvaguardar a las víctimas, perseguir a los delincuentes y limitar la propagación del CSAM, lo que las fuerzas de seguridad necesitan es un conjunto de herramientas tecnológicas de última generación, que es exactamente lo que el equipo del proyecto GRACE, financiado con fondos europeos, se propuso ofrecer. «Desarrollamos herramientas punteras y un nuevo entorno informático para ayudar a las fuerzas de seguridad a priorizar los nuevos casos y mejorar su capacidad analítica para investigarlos y cerrarlos», añade Leškovský, coordinador del proyecto.
Herramientas de apoyo a las fuerzas de seguridad
El núcleo del proyecto es una innovadora plataforma de análisis de CSAM que los investigadores construyeron desde cero. La plataforma cuenta con un práctico sistema de gestión de casos, un almacenamiento de datos sólido y seguro, funciones versátiles de priorización y búsqueda de casos, y un eficaz cruce de consultas y extracción de conocimientos. La plataforma también incluye una amplia gama de herramientas analíticas. Una de esas herramientas es un modelo semántico que armoniza la terminología, los procesos, las entidades y las relaciones de las fuerzas de seguridad. «Integrada con los resultados analíticos, esta herramienta proporciona a los usuarios un modelo de datos sin precedentes y unificado que rige los procesos de gestión y análisis del conocimiento», explica Leškovský. Otras herramientas clave incluyen un marco de anotación semiautomatizado que puede generar los datos validados sobre el terreno necesarios para realizar ajustes continuos del modelo. El equipo del proyecto también introdujo un marco de aprendizaje federado que ayuda a aprovechar los esfuerzos colectivos de adaptación de modelos de organizaciones independientes, al tiempo que garantiza unas condiciones avanzadas de seguridad y privacidad. En total, en el proyecto se evaluaron más de veinte tecnologías y métodos de vanguardia en un entorno operativo. «Estas evaluaciones se centraron en valorar su preparación para analizar nuevos CSAM aún no identificados y su eficacia para apoyar los procedimientos de investigación», señala Leškovský. Europol y las fuerzas de seguridad de ocho Estados miembros ya están utilizando la plataforma GRACE.
Mejores prácticas, políticas y directrices sobre CSAM
Además de las tecnologías mencionadas, el equipo del proyecto GRACE contribuyó al desarrollo de una serie de mejores prácticas, políticas y directrices. Entre ellas se incluye un sistema de anotación para la clasificación de CSAM de imágenes y texto, que fue acordado por las fuerzas de seguridad de todos los Estados miembros. Además, en el proyecto se ayudó a crear directrices orientadas a apoyar a los primeros intervinientes en casos relacionados con el CSAM. Los investigadores también llevaron a cabo un examen exhaustivo de los instrumentos éticos y jurídicos disponibles a escala internacional y regional.
Dar visibilidad a la necesidad de luchar contra el material de explotación infantil en línea
El equipo del proyecto GRACE ha conseguido demostrar una amplia gama de herramientas analíticas para dar prioridad al CSAM e investigarlo. «Gracias a nuestro trabajo, Europol y las fuerzas de seguridad han tenido la oportunidad de explorar métodos, modelos y tecnologías de vanguardia capaces de mejorar el análisis y el tratamiento de ingentes cantidades de datos de CSAM», declara Leškovský. Los socios del proyecto siguen perfeccionando sus soluciones tecnológicas y tratan de ponerlas a disposición de la comunidad de las fuerzas de seguridad. Pero quizá los mayores beneficiarios del trabajo del proyecto sean las víctimas. «La lucha contra el CSAM es una causa noble y nuestro trabajo da visibilidad a la creciente necesidad de proteger a nuestros menores, especialmente en los entornos en línea», concluye Leškovský.
Palabras clave
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