Refutación del mito del sentido magnético en la mosca del vinagre
Un nuevo estudio ha «puesto en entredicho» la veracidad de investigaciones anteriores en las que se aseveraba la existencia de una sentido magnético, o magnetorrecepción, en la mosca del vinagre («Drosophila melanogaster»). Tal y como se explica en el artículo publicado en la revista «Nature», los resultados del estudio sugieren que los trabajos destinados a comprender el mecanismo de detección del campo magnético dependiente de la luz deberían centrarse en las aves canoras migratorias nocturnas. Un equipo de investigadores respaldado en parte por el proyecto QuantumBirds, financiado con fondos europeos, ha reproducido dos estudios históricos de 2008 y 2014,en los que se describía el sentido magnético en la mosca del vinagre. El impulso para esta nueva investigación lo proporcionó la constatación de que, en los años posteriores a los dos estudios, no se había logrado ningún avance en el hallazgo del mecanismo subyacente a la magnetorrecepción.
Campos magnéticos y luces azules tenues
Tal y como se puede leer en una noticia de «Phys.org», en 2008, un equipo de biólogos, que probaba la posibilidad de la capacidad de detección magnética en la mosca del vinagre, entrenó a un centenar de ejemplares de esta especie para que asociaran la comida con un campo magnético más intenso que el de la Tierra. Después, expusieron las moscas a un campo magnético en un dispositivo a fin de comparar su comportamiento en ausencia de un campo magnético. Observaron que el comportamiento de las moscas «sugería de forma convincente la existencia del sentido magnético en la mosca del vinagre». En investigaciones ulteriores no se halló ninguna prueba de la existencia de un mecanismo de magnetorrecepción. Más tarde, en 2014, otro equipo de investigación utilizó un método totalmente diferente para estudiar el sentido magnético. El método consistía en evaluar la capacidad de las moscas «para trepar contra la gravedad cuando eran expuestas a luz azul tenue». Los resultados indicaron que los imanes potentes podrían afectar a la capacidad de trepar de las moscas, un descubrimiento que condujo al reconocimiento generalizado de la existencia del sentido magnético en la mosca del vinagre. La falta de avances en el hallazgo del mecanismo subyacente en los años siguientes llevó al equipo de investigadores a concluir que podía haber errores en los estudios anteriores. Por ello, decidieron reproducir los resultados, pero con ciertos ajustes. Efectuaron las pruebas en un entorno más controlado desde el punto de vista magnético y con un número mucho mayor de moscas: 97 658 moscas que se desplazaban en un laberinto de 2 brazos y 10 960 moscas que efectuaban un comportamiento de escape espontáneo denominado geotaxis negativa. «En condiciones controladas de forma rigurosa y con un mayor tamaño muestral, no hemos logrado encontrar pruebas de la existencia de un comportamiento magnéticamente sensible en “Drosophila”», afirmaron los investigadores en su estudio. «Además, tras reevaluar los métodos estadísticos y el tamaño muestral utilizados en los estudios que intentamos reproducir, sugerimos que muchos —si no todos— los resultados originales era falsos positivos». El proyecto QuantumBirds (Radical pair-based magnetic sensing in migratory birds), coordinado por la Universidad de Oxford, tiene una duración de 6 años y finaliza en 2025. Para más información, consulte: Página web del proyecto QuantumBirds
Palabras clave
QuantumBirds, mosca, mosca del vinagre, sentido magnético, campo magnético