Aplicaciones de calefacción probadas con mezclas de hidrógeno
El hidrógeno, que puede producirse utilizando energías renovables o mediante procesos con bajas emisiones de gases, podría desempeñar un papel crucial en la transición energética. Por ejemplo, el hidrógeno podría sustituir significativamente a los combustibles fósiles, como el carbón o el gas natural, para la calefacción residencial y comercial. Sin embargo, en la actualidad existe una brecha importante entre la producción de hidrógeno y la infraestructura necesaria para suministrar el gas a los consumidores. «Introducir el hidrógeno es una estrategia a largo plazo», explica el coordinador del proyecto THyGA, Patrick Milin, de ENGIE, en Francia. «Mientras tanto, mezclar hidrógeno con gas natural y utilizar la infraestructura gasística existente podría ser un avance. La mezcla es también una forma de garantizar que el exceso de hidrógeno producido localmente pueda ser utilizado por los clientes».
Mezcla de hidrógeno con gas natural
La contribución del proyecto THyGA, financiado con fondos europeos, a esta transición consistió en entender detalladamente cómo la mezcla de hidrógeno con gas natural podría repercutir en las aplicaciones de uso final. La seguridad y el rendimiento fueron dos de las áreas clave. «Nos centramos en aplicaciones de gas de uso residencial y comercial para calefacción, para coproducción de calor y electricidad y para cocinar», dice Milin. «Queríamos ver si llegábamos a un umbral para inyectar hidrógeno en la mezcla por cuestiones de seguridad, o si encontrábamos algún problema relacionado con la eficiencia o el confort». Los investigadores probaron unos cien aparatos de gas residenciales y comerciales, como calderas, cocinas y calentadores de aire, en distintos escenarios de concentración de hidrógeno. Se identificaron más de sesenta subsegmentos de mercado. El objetivo principal era desarrollar un protocolo de pruebas genérico que pudiera adaptarse prácticamente a cualquier aparato. Se recopilaron muchos datos, a partir de los cuales el equipo del proyecto elaboró sus recomendaciones. «Tardamos un año en ultimar el protocolo de pruebas», añade Milin. Dentro del consorcio, cinco laboratorios realizaron pruebas en aparatos, una de ellas centrada en posibles fugas. «Además, contábamos con dos fabricantes en el proyecto», señala Milin. «Esto era muy importante, ya que garantizaba que las pruebas que proponíamos y lo que analizábamos era relevante para el mercado».
Protocolo de ensayo común para el gas mezclado
Un logro importante del proyecto fue el desarrollo de un protocolo de pruebas común para los distintos segmentos del mercado. Esto significa que los fabricantes de calderas, radiadores y placas de cocina pueden aplicar el protocolo a sus productos específicos, para estudiar si pueden utilizar con seguridad y eficacia el gas mezclado. «Este protocolo de ensayo puede adaptarse en función del producto», explica Milin. «El protocolo establece los pasos para medir la eficiencia de los aparatos, cuando se utilizan diferentes mezclas. Si estás midiendo una caldera o una placa de cocina, habrá diferentes elementos que medir». El trabajo del proyecto sobre normalización, así como sus recomendaciones para la mitigación, se han puesto a disposición de la industria de manera gratuita. También se han hecho públicos todos los informes técnicos.
Seguridad y eficacia de los aparatos de gas
Milin espera que los fabricantes y los miembros de los comités técnicos lean estos informes y se remitan al consorcio si tienen preguntas que puedan ayudarles a desarrollar normas de los productos. «De este modo, los consumidores tendrían garantías de la seguridad y eficacia de los aparatos de gas que utilizan», afirma. «Un elemento comercial importante es demostrar que no disminuyen las condiciones de seguridad de uso». Para fines comerciales, como la producción de calor para la calefacción urbana o el funcionamiento de salas de calderas para los edificios comerciales, el protocolo de ensayo también podría ofrecer garantías en materia de seguridad y costes.
Palabras clave
THyGA, hidrógeno, combustibles fósiles, gas, energía, calefacción, calderas, carbón