Retroadaptación bioenergética de las industrias de la Unión Europea
La retroadaptación bioenergética consiste en el empleo de equipos de última generación en las instalaciones existentes y es una de las formas más rápidas y rentables de aumentar el uso de energía renovable en Europa. El equipo del proyecto BIOFIT, financiado con fondos europeos, colaboró con socios industriales de los sectores del papel y la pasta de papel, los biocombustibles de primera generación, las refinerías de combustibles fósiles, las centrales eléctricas y la producción combinada de calor y electricidad (PCCE) para elaborar propuestas de retroadaptación bioenergética que cumplan con los objetivos ambientales y económicos. La retroadaptación bioenergética incorpora nuevas tecnologías y equipos en instalaciones más antiguas a fin de aumentar el ahorro de combustible, sobre todo en lo que respecta a la bioenergía. Patrick Reumerman, coordinador del proyecto en BTG Biomass Technology Group BV, comenta: «Una de las principales característica de BIOFIT es que se llevó a cabo en estrecha colaboración con las empresas». Reumerman y el equipo de BIOFIT entablaron conversaciones con socios del sector y se percataron del gran entusiasmo que despertaba la retroadaptación. Sin embargo, identificar las mejores prácticas y las barreras para su puesta en práctica era esencial para que tuviera éxito.
Mejores prácticas en el punto de mira
Uno de los resultados principales de BIOFIT consistió en la elaboración de diez propuestas de retroadaptación, dos para cada una de las industrias objetivo. Para elaborar las propuestas, el equipo de BIOFIT se centró en la identificación de las mejores prácticas. Sus integrantes recabaron información sobre proyectos de retroadaptación energética ya realizados, encuestaron a los trabajadores de las industrias objetivo sobre su opinión y percepción en torno a la retroadaptación y confeccionaron un manual exhaustivo pero comprensible para orientar a las empresas en el proceso de adopción de nuevas ideas en materia de retroadaptación. Si bien las propuestas elaboradas por el equipo de BIOFIT difieren entre sí en gran medida, todas destacan la importancia de los biocombustibles. Algunos ejemplos industriales incluyen el uso de residuos de papel y pasta de papel como fuente de biomasa para producir biocombustibles, la modernización de las industrias de combustibles fósiles para producir aceite vegetal tratado con hidrógeno y el uso de combustibles de biomasa en vez de carbón en centrales eléctricas y de PCCE. El interés de BIOFIT por las mejores prácticas y la mejora de la comunicación entre las partes interesadas ha dado lugar a la puesta en práctica satisfactoria de algunas de las propuestas. Por ejemplo, la empresa austriaca AustroCel Hallein logró la conversión de un subproducto en un biocombustible de segunda generación para el transporte. Los biocombustibles de segunda generación se producen a partir de residuos o desechos de biomasa, mientras que los biocombustibles de primera generación se producen a partir de cultivos como, por ejemplo, la colza.
Con vistas al futuro
A pesar de que las industrias están muy motivadas para acometer la retroadaptación, muchas han tenido problemas para seguir adelante. Según Reumerman: «La filosofía de BIOFIT era que, en cooperación con los agentes reales del mercado, se podrían identificar los verdaderos problemas de llevar a cabo la retroadaptación bioenergética». En concreto, las empresas están comprensiblemente preocupadas por la gestión de los costes. Sin embargo, el estudio de la retroadaptación revela que la mayoría de las iniciativas son financieramente viables y, el último término, aumentan la productividad de las empresas. Los resultados de la encuesta indican que uno de los mayores impedimentos para la retroadaptación es el complejo y cambiante conjunto de normativas aplicables a las industrias en la Unión Europea (UE). Para complicar aún más las cosas, cada Estado miembro tiene una normativa distinta, así como diferentes criterios sobre lo que es o no es un residuo de biomasa. A medida que los mercados de la UE progresen hacia el futuro, los agentes del mercado, los responsables políticos y los consumidores deberán informarse y comunicarse entre sí para determinar el curso de acción más inteligente. Sin duda, las fuentes de biomasa constituyen el núcleo de la producción de biocombustibles, pero son un recurso finito. BIOFIT ha sentado un buen precedente sobre cómo evaluar las mejores prácticas, elaborar propuestas viables para el cambio y promover la comunicación básica en un mundo en constante evolución.
Palabras clave
BIOFIT, retroadaptación, industria, biocombustible, biomasa, bioenergía, mejores prácticas