Calentar los barrios con calor reciclado
La crisis energética actual está avivando el interés por la calefacción urbana como medio eficaz de suministro de energía hipocarbónica. Permitir que estos sistemas funcionen con calor sobrante a bajas temperaturas podría reducir aún más nuestra dependencia de los combustibles fósiles para calentar los edificios residenciales. De hecho, si Europa aprovechara el 50 % del calor residual, podría sustituir al 100 % del gas natural que se utiliza actualmente para la calefacción de edificios en Europa, según el equipo del proyecto Heat Roadmap Europe. En el proyecto COOL DH, financiado con financiado con fondos europeos, se aportó satisfactoriamente una amplia gama de métodos y herramientas para hacerlo posible y se demostró su eficacia en supuestos de la vida real. El equipo del proyecto desplegó soluciones de calefacción urbana a baja temperatura (LTDH, por sus siglas en inglés) en un distrito urbano ya existente de Høje-Taastrup (Dinamarca) y en un distrito totalmente nuevo de Lund (Suecia).
Aplicación de la calefacción urbana a baja temperatura
En el distrito de Østerby de Høje-Taastrup (Dinamarca), el sistema tradicional de calefacción urbana se reconvirtió para funcionar a bajas temperaturas. Esto permitió al sistema utilizar el calor generado por una bomba de calor conectada a una instalación fotovoltaica en un centro comercial local. En otro subdistrito, se utilizó el calor sobrante (que de otro modo se desperdiciaría) de las máquinas de refrigeración del centro de datos de un banco. También se rehabilitó el sistema de calefacción urbana. «Antes de este proyecto, la pérdida de calor a través de las tuberías de distribución local en el distrito de Østerby la pagaban los propios inquilinos —afirma Reto Michael Hummelshøj, director de proyectos de la consultora de ingeniería COWI, empresa coordinadora del proyecto—. Esto suponía más del 35 % del coste de la calefacción pagada». El equipo del proyecto consiguió reducir las pérdidas de calor a menos del 16 % del calor suministrado, en parte gracias a la disminución de la temperatura de la red. El sistema da servicio a un total de 159 viviendas y las demostraciones del proyecto en Høje Taastrup ahorran en conjunto más de 600 toneladas de CO2 al año. En el nuevo distrito de Brunnshög, en Lund (Suecia), la principal fuente de calor residual a baja temperatura es un acelerador de partículas de la instalación de investigación MAX IV. Este calor se pone a disposición del distrito a través de una red que se convertirá en la mayor instalación de LTDH de Europa, y que también aprovechará otras fuentes de energía renovables.
Polietileno resistente a altas temperaturas
Una de las principales innovaciones del proyecto fue el desarrollo de un nuevo tipo de tubería de polietileno resistente a altas temperaturas (PE-RT), que utiliza polietileno soldable con una mayor termorresistencia. Estas tuberías ofrecen ventajas como un despliegue más sencillo (ya que pueden desplegarse literalmente), un sistema de detección de fugas, un mejor aislamiento y un funcionamiento a presiones más altas, de hasta trece bares en sistemas de LTDH, lo que permite reducir la pérdida de calor. En ambos emplazamientos de demostración se instalaron varios kilómetros de tuberías de PE-RT. Las tuberías también abren la posibilidad de utilizar la soldadura por electrofusión. Cuando este proceso se normalice y se apruebe para su uso en sistemas de LTDH, podría ayudar a eliminar un importante cuello de botella, explica Hummelshøj: «Faltan soldadores de acero certificados. Los accesorios de electrofusión permitirían a trabajadores no especializados conectar tuberías con solo unos días de formación».
Potencial de ahorro en servicios públicos
Desde la finalización del proyecto, un miembro industrial del consorcio del proyecto ha empezado a comercializar la nueva tubería de PE-RT. «Gracias a su experiencia en el proyecto, un fabricante ha podido comercializar nuevos tipos de tuberías como parte de su gama de productos, bajo la marca LOGSTOR PertFlextra —añade Hummelshøj—. Hay varios proyectos en marcha que van a utilizar estas tuberías de plástico para abastecer zonas con calefacción urbana moderna a baja temperatura». Hummelshøj señala que otros fabricantes también están comercializando nuevas tuberías de plástico multicapa preaisladas. Además, se están preparando nuevos accesorios: uno de ellos son los manguitos de electrofusión que se utilizan en las tuberías de agua potable. «La lección más importante es que los sistemas de distribución de tuberías no deben descuidarse en los planes de reacondicionamiento —señala Hummelshøj—. Demasiados proyectos de renovación se centran en mejorar la envolvente del edificio y olvidan los grandes potenciales de ahorro en cuanto a la distribución del calor. Todo ello se puso claramente de relieve a lo largo del proyecto COOL DH». Otra enseñanza del proyecto es que tomar decisiones comunes en las asociaciones de vivienda puede resultar difícil. «Hay que calcular las consecuencias para cada inquilino y explicar claramente los beneficios para conseguir una mayoría a la hora de votar a favor de cambiar el sistema de calefacción», concluye Hummelshøj.
Palabras clave
COOL DH, calefacción urbana a baja temperatura, calefacción urbana, LTDH, calor sobrante, crisis energética