El avatar realista que todos hemos estado esperando
Imagine un humano digital que tuviera su aspecto y mostrara las mismas emociones que siente usted en el mundo real. Didimo, la empresa con sede en Portugal responsable del proyecto financiado con fondos europeos del mismo nombre —Didimo (Humanity in Digital Communication)—, se especializa en la creación de dichos humanos digitales de alta fidelidad en un campo dominado por avatares que suelen carecer de autenticidad y matices. La empresa se centró específicamente en las cuestiones de las compras y los encuentros virtuales. «En la compra virtual (de ropa), los consumidores suelen necesitar responder a dos cuestiones: si les quedan bien y si es su talla. Las aplicaciones de probador virtual podrían haber sido una solución, pero fracasaron debido a dos complicaciones. En primer lugar, los consumidores reciben instrucciones de crear un avatar que tenga su aspecto, pero suelen omitir o simplificar en excesos atributos personales importantes. En segundo lugar, muy pocos sistemas pueden calcular la talla, la forma y los matices corporales específicos del usuario, lo que significa que los consumidores solo pueden seleccionar la forma corporal genérica que se acerque más a la suya», afirma Jim Franzen, director de mercadotecnia en Didimo. Los usuarios de encuentros virtuales mediante avatares no salen mejor parados. Los avatares, que suelen tener un aspecto caricaturizado, no solo no se parecen en nada a la persona real, sino que además no ofrecen una representación emocional y facial de alta fidelidad del usuario, a pesar de ser algo fundamental para una interacción humana fructífera. Como señala Franzen: «Si quiero mostrar que estoy contento, tengo que hacer que mi personaje empiece a dar saltos. O que baile. Pero, en la vida real, nunca he hecho esas cosas en una reunión de negocios».
Un selfi y listo
Convencidos de que unas representaciones digitales más realistas y emocionalmente precisas serían mucho más efectivas y cautivadoras, en Didimo se creó una plataforma en la nube y herramientas de apoyo para generar humanos digitales realistas. Mediante esta plataforma, cualquiera puede crear una representación tridimensional completa de sí mismo (un didimo) a partir de una foto o un selfi en solo noventa segundos. «Se trata de un gran avance», explica Veronica Orvalho, directora general y fundadora de Didimo. «Se acabaron las elecciones arbitrarias y las opciones genéricas de las que escoger: los usuarios recibirán de forma automática un avatar que tenga exactamente su aspecto. Ya sobresalimos en la creación de caras y cabezas y estamos trabajando en los cuerpos en un intento de obtener una elevada precisión en la creación de humanos digitales 1:1». El apoyo de la Unión Europea en el marco del Instrumento PYME ayudó a la empresa a establecer sus políticas de responsabilidad y ética, algo que no debe ignorarse al crear una tecnología que crea humanos digitales. La beca también ayudó al equipo técnico en el desarrollo de la tecnología de interfaz central patentada de programación de aplicaciones (API), la venta minorista y el producto móvil de Didimo. «El apoyo en el marco de Horizonte 2020 ha ayudado a fortalecer nuestra marca y nuestro proceso de comercialización. Pudimos crear casos de uso complejos y probar el potencial de la tecnología con los primeros usuarios», comenta Franzen. Dado que buscaban construir una solución escalable para varias situaciones, Didimo trabajó junto a empresas como Amazon, Sony, Altice, Ceek, Soliel, Atom Republic y otras para crear soluciones robustas para sus necesidades. «Como proveedores mayoristas, queremos brindar a nuestros clientes una solución listas para usar. Ofrecemos una plataforma en la nube con API, kit de desarrollo de “software”, documentación y otros servicios de apoyo para que sea fácil para ellos. Los servicios principales de Didimo son totalmente escalables y están diseñados para incluirse en los sitios o aplicaciones de negocios ya existentes. Nos estamos centrando sobre todo en las industrias de los juegos, la moda, las comunicaciones y la realidad extendida», añade Franzen. Didimo se ha asegurado dos patentes en los Estados Unidos y tiene más pendientes de aprobación. Con la COVID-19, el índice de adopción digital se ha disparado hasta niveles que ni las previsiones más optimistas habrían imaginado (al menos no tan de repente), por lo que esta tecnología presenta un inmenso potencial de crecimiento. Es más, por fin aborda una necesidad humana básica que suele omitirse en las interacciones digitales de hoy en día: una auténtica conexión y expresión humana.
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