Una tecnología pionera utiliza la energía de las corrientes de las mareas
Magallanes Renovables, un desarrollador de energía mareomotriz con sede en España, diseñó y fabricó una tecnología de plataforma de energía mareomotriz de segunda generación denominada ATIR. Se encomendó al proyecto OCEAN_2G, financiado con fondos europeos, que siguiera desarrollando ATIR para su comercialización. «Nos propusimos probar, validar y precertificar un prototipo de sistema de energía mareomotriz que tuviera capacidad para generar hasta 2 MW a partir de las corrientes de las mareas», explica Alejandro Marqués de Magallanes, coordinador del proyecto y director general de Magallanes Renovables. Al instalarla, ATIR se fija al fondo marino mediante cuatro anclas, dos en proa y otras dos en popa, con dos rotores de tres álabes contrarrotantes debajo del casco. El movimiento de los rotores se transforma en energía mecánica y se convierte después en electricidad mediante un generador. Los álabes cuentan con un sistema de giro variable que permite cambiar la configuración y el giro del álabe según la corriente. Un sistema de control potente gestiona los sistemas a bordo y facilita el control remoto y la comunicación con ATIR.
De prototipo al mercado
Los socios del proyecto demostraron que la tecnología es viable desde un punto de vista técnico, operativo y comercial. Validaron el prototipo a escala real en varios ensayos de remolque llevados a cabo en un entorno controlado en la ría de Vigo (España). Instalaron y fijaron ATIR en las instalaciones de pruebas del Centro Europeo de Energías Marinas en las islas Orcadas (Escocia). El prototipo fue golpeado por mareas de gran velocidad durante doce meses sin sufrir ningún daño. El equipo de OCEAN_2G también diseñó el sistema de amarre en Fall of Warness, la zona de pruebas del mismo centro en las islas Orcadas. El sistema permitió una instalación y retirada rápidas y eficientes, a la vez que reducía el tiempo y los costes. Mientras la plataforma estaba en este emplazamiento, los miembros del equipo adaptaron el sistema de amarre para eliminar vibraciones y ampliar su vida útil. Tras lograr generar energía a partir de corrientes de marea durante seis meses, la plataforma forma ahora parte de una operación que será clave para la futura comercialización y la validación completa del sistema. La plataforma se transportará desde su emplazamiento en Fall of Warness hasta un astillero en tierra firme. Una vez allí, se someterá a mantenimiento y a una optimización adicional. Y Marqués de Magallanes señala: «También hemos sido capaces de mejorar nuestros procedimientos operativos y de mantenimiento, lo cual nos ha permitido reducir el coste normalizado de la energía para el mercado. Además, hemos llevado a cabo varias precertificaciones, una diligencia debida y estudios de mercado para ofrecer un modelo de negocio perfeccionado». El consorcio ha firmado contratos industriales y comerciales que ayudarán a la mejora y el desarrollo a largo plazo de la energía mareomotriz.
Cambio radical en el mercado de la energía mareomotriz
La Unión Europea y el Reino Unido prevén llegar a las cero emisiones para 2050, mientras que el gobierno escocés ha establecido un objetivo de producir el 100 % de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2020. Según concluye Marqués de Magallanes: «Una tecnología que aproveche la energía de una fuente renovable propiciará el logro de estos objetivos. OCEAN_2G ha permitido que Magallanes Renovables desarrolle una tecnología que beneficiará al sistema de producción de energía con una nueva fuente de electricidad». Es más, los usuarios finales obtendrán una energía más limpia que reduce la contaminación y los productores se beneficiarán económicamente del diseño, funcionamiento y mantenimiento más eficientes de la plataforma.
Palabras clave
OCEAN_2G, energía, energía mareomotriz, corriente marina, electricidad, fuente renovable