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Anchialine caves to understand evolutionary processes

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Una nueva base de datos para conocer mejor la evolución subterránea

Investigadores financiados con fondos europeos recopilaron y estudiaron datos mundiales sobre cuevas anquialinas y los usaron como modelo para tener esclarecer procesos evolutivos.

Los ecosistemas anquialinos son masas de agua sin litoral con una conexión subterránea al océano. Ubicados en todo el mundo, pueden considerarse equivalentes a islas en entornos terrestres, dado que abarcan hábitats jóvenes y discretos con condiciones ecológicas comparables a las marítimas. Esto permite usarlos para estudiar procesos evolutivos similares. El proyecto ANCAVE recopiló, organizó y estudió datos sobre comunidades de animales que habitan los ecosistemas anquialinos y los usó como modelo para investigar patrones y procesos evolutivos en hábitats marinos similares a las islas. Esta investigación se llevó a cabo con el apoyo del programa Marie Skłodowska-Curie. Todos los hábitats anquialinos en el mundo indican altos niveles de endemismo al albergar especies con un conjunto único de adaptaciones adquiridas por su vida en las cuevas y con linajes antiguos que permiten describirlos como fósiles vivientes. «Realizamos pruebas con estas observaciones y sus procesos relacionados al analizar grandes conjuntos de datos con métodos macroecológicos y filogenéticos y una perspectiva teórica amplia de los campos de la ecología evolutiva, la evolución comparativa y la biogeografía isleña», afirma Diego Fontaneto, coordinador del proyecto.

Una herramienta valiosa

Los investigadores del proyecto propusieron explicar el vínculo entre los procesos ecológicos y evolutivos observados en estos hábitats, fáciles de aislar y someter a pruebas, con los que afectan a los ecosistemas oceánicos. «Esto proporcionará una herramienta valiosa para comprender mejor la vida marina. Aunque se han caracterizado adecuadamente otros enfoques similares en los ecosistemas terrestres, en islas, por ejemplo, este no es el caso para los océanos, por lo que no es posible conocer a la perfección los procesos vigentes en dichos entornos», explica Fontaneto. El becario de investigación Alejandro Martínez desarrolló la base de datos Stygofauna Mundi, que contiene la información más completa sobre especies subacuáticas y es fácilmente accesible a través de un repositorio de acceso abierto. «La base de datos integra toda la información previamente publicada sobre todo tipo de ecosistemas acuáticos subterráneos y contiene más de 120 000 registros de todo el mundo», explica Martínez. Stygofauna Mundi permite a cualquier operador trabajar con facilidad con los corpus usando cuevas como sistema modelo para ayudar a dar respuesta a preguntas evolutivas y ecológicas. Los usuarios potenciales son científicos que precisan datos para sus investigaciones y gestores y partes interesadas que buscan información actualizada para sus políticas de gestión y conservación basadas en datos.

Más allá de una mera zona de transición

La base de datos está respaldada por grandes filogenias, algunas de las cuales se generaron en ANCAVE, para algunos de los grupos clave que habitan los ecosistemas anquialinos. Las filogenias son herramientas que muestran las relaciones evolutivas entre especies diferentes, aportan datos sobre su periodización y modo de especiación, además de un marco para comprender los proceses evolutivos. ANCAVE combinó la información en los diagramas de árbol filogenéticos con los datos de la base de datos Stygofauna Mundi, un paso importante para comprender los procesos evolutivos que subyacen la distribución actual de las especies subterráneas. «Nuestros resultados confirmaron la idea de que los sistemas anquialinos son ecosistemas discretos que albergan características ecológicas específicas y linajes biológicos exclusivos, en lugar de meramente áreas de transición (ecotonos) entre el océano y las aguas subterráneas», observa Fontaneto. A escala mundial, la base de datos proveerá una herramienta actualizada y fácil de utilizar para estudiar la fauna acuática subterránea. A nivel local, el trabajo realizado con especies claves puede usarse para promover el patrimonio histórico natural de ciertas áreas. «Por ejemplo, el trabajo del proyecto sobre «Munidopsis polymorpha», una especie endémica de crustáceo, y el remipedio «Morlockia ondinae» ha sido destacado por el Geoparque Mundial UNESCO de Lanzarote y Archipiélago Chinijo», señala Fontaneto.

Palabras clave

ANCAVE, evolución, anquialino, subterráneo, cuevas, isla, Stygofauna Mundi, filogenético, ecosistema

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