Energía geotérmica: una fuente de energía alternativa nueva y viable para ayudar a alcanzar los objetivos climáticos de Europa
La energía geotérmica es una fuente local de energía que puede proporcionar de forma rentable electricidad de carga base o disponible, calor o una combinación de ambas. Los seres humanos hemos utilizado la energía geotérmica durante milenos (por ejemplo, para bañarse en aguas termales y calentar habitaciones en la antigua Roma) y hoy en día podría posicionarse como una alternativa real a las centrales eléctricas de combustibles fósiles convencionales y a los sistemas de calefacción responsables de emitir grandes cantidades de gases de efecto invernadero. Tal hecho no solo sería posible en Europa, sino también en el resto del mundo, en particular en los países en desarrollo. Además de producir energía, los yacimientos geotérmicos pueden servir asimismo como lugar de almacenamiento de energía y dióxido de carbono, lo que constituye otro beneficio notable de esta tecnología.
Un marco normativo sólido
La Comisión Europea respalda plenamente la investigación y el desarrollo de las tecnologías geotérmicas a través de la financiación de proyectos de investigación en el marco de su programa Horizonte 2020, tanto sobre el uso directo del calor como sobre el uso del calor extraído para la producción de electricidad, centrándose en la reducción de costes y la mejora del rendimiento. Históricamente, la tasa de financiación para este tipo de energía renovable ha sido especialmente baja en comparación con otras alternativas como la eólica, la solar y la biomasa, pero últimamente ha aumentado. Por ejemplo, la Agencia Ejecutiva de Innovación y Redes (INEA, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea, que gestiona casi todos los proyectos de este Results Pack concreto, cuenta con un presupuesto total de 172 millones de euros destinados a la energía geotérmica. Ahora, tras la presentación del Pacto Verde de la Comisión, en el que se ha establecido el objetivo de que Europa se convierta en el primer continente neutro en carbono para el año 2050, aumentará todavía más el impulso para seguir desarrollando y finalmente desplegar tecnologías geotérmicas como un competidor viable y serio como parte de la cesta energética de la Unión Europea.
Doce proyectos verdaderamente pioneros
En este Results Pack se presentan once resultados resumidos de CORDIS sobre los proyectos de energía geotérmica más recientes financiados con fondos europeos, además de una breve introducción a una iniciativa aún en curso pero muy prometedora: GEOTHERMICA. Estos doce proyectos abarcan todo el espectro de la investigación en materia de energía geotérmica y brindan una visión holística sobre cuáles son las principales prioridades para un mayor desarrollo e inversión en estas tecnologías, de modo que se conviertan en una fuente vital de energía alternativa para Europa. En concreto, el proyecto DEEPEGS ha realizado con éxito pruebas de perforación en Islandia y otros países para ayudar a desarrollar sistemas geotérmicos mejorados que favorezcan que la energía geotérmica deje de ser una marginada y se convierta en un contribuyente importante, mientras que el proyecto GEMex ha trabajado con investigadores mexicanos para evaluar y caracterizar dos yacimientos en el Cinturón Volcánico Transmexicano a fin de proponer formas eficientes y factibles para aprovechar el potencial geotérmico de México. Además, SURE probó el uso de la perforación radial por chorro de agua como medio para mejorar el rendimiento y la viabilidad económica de los pozos geotérmicos, y el proyecto GeoWell desarrolló y probó nuevas tecnologías económicas, fiables y seguras para el medio ambiente con el fin de diseñar, poner a punto y realizar el seguimiento de pozos geotérmicos de alta temperatura. Por último, los proyectos Cheap-GSHPs, GEOCOND y GEOTeCH han investigado e impulsado nuevas innovaciones sobre la forma en que la energía geotérmica puede utilizarse como fuente de energía limpia para calentar y alimentar edificios, mientras que el proyecto MATChING encabezó los esfuerzos europeos para reducir la demanda de agua de refrigeración a través de tecnologías vanguardistas en centrales termoeléctricas y geotérmicas.