Redefinir los residuos, reinventar los textiles
El sector ganadero está lleno de residuos. Por ejemplo, ¿sabía que solo el 60 % de un animal se utilizar para obtener carne, mientras que el resto se desecha? Esto significa cinco millones de toneladas de residuos al año, solo en Europa. En el otro lado de la ecuación se encuentra el mercado de la producción de piel. Como resultado de las cantidades importantes de agua y productos químicos que se utilizan durante el proceso de curtido, y las cantidades ingentes de CO2 que se emiten durante la producción, el sector de la piel es uno de los más contaminantes del mundo. Entre el matadero y la curtiduría se encuentra la gelatina: una proteína natural versátil derivada de los abundantes residuos disponibles que genera el sector ganadero. Pero, donde otros ven un residuo, una empresa estonia de nueva creación vio una oportunidad desperdiciada. «En Gelatex, creemos que, con innovación, podemos dar valor a este recurso tan abundante e infravalorado», explica Mari-Ann Meigo Fonseca, cofundadora y directora general de Gelatex. «Para nosotros, esa innovación es un proceso revolucionario para convertir la gelatina en materiales nanofibrosos a base de gelatina más rápidamente que con cualquier otra tecnología existente». Ahora, gracias al proyecto GELATEX, financiado con fondos europeos, la empresa está lista para escalar su proceso de fabricación y llevar sus textiles ecológicos al mercado global.
Como la piel, pero sin las toxinas
Aunque ya existe un gran número de textiles alternativos en el mercado, como el PVC y los productos a base de plantas, ninguno ofrece la composición ni las propiedades de la piel auténtica. Por otra parte, el textil ecológico y no tóxico de Gelatex no solo tiene el aspecto y el tacto de la piel auténtica, sino que es el único material parecido a la piel fácilmente escalable, 100 % no tóxico, presentable en rollos y obtenido a partir de residuos. «Hemos desarrollado un método puntero para sintetizar gelatina y obtener un tejido de calidad sin precedentes y químicamente equivalente a la piel», explica Fonseca. «Gelatex es la primera empresa que obtiene esta piel parecida a la de animal sin la necesidad de realizar un curtido con productos tóxicos». La plataforma de GELATEX supracicla la gelatina procedente de desechos animales y la mezcla en una solución. A continuación, mediante un método propio, hila la solución hasta obtener una malla nanofibrosa. Después, esta malla se combina con otros materiales, para crear textiles adecuados para distintas aplicaciones y sectores. «El producto final se diseña y configura según los requisitos de cada sector en cuanto se refiere a resistencia a la tracción, robustez, aislamiento, permeabilidad y comodidad», añade Fonseca.
Listo para la comercialización
Teniendo en cuenta el interés creciente en los textiles sostenibles, Gelatex debía evaluar la oportunidad que representa para una pequeña empresa de nueva creación poder escalar rápidamente y planificar estratégicamente para el futuro. «Gracias a los fondos comunitarios, pudimos evaluar opciones para optimizar la resistencia a la tracción y al desgarre y las especificaciones de los componentes necesarios para la maquinaria de producción», explica Fonseca. «También realizamos un análisis detallado de costes e identificamos estrategias comerciales globales, canales de venta y futuras necesidades de financiación». Según Fonseca, la empresa espera alcanzar los 10 millones de EUR en ingresos en tan solo tres años. Además, con planes para ampliar las instalaciones de producción y un posible modelo de concesión de licencias, sería posible generar 2 000 millones de EUR en el plazo de un decenio. «El proyecto desempeñó un papel importante para llevar al mercado el primer textil parecido a la piel ecológico y fácilmente escalable», destaca. Ahora, la empresa está ocupada construyendo una línea piloto, buscando opciones para lanzar una línea industrial a gran escala y trabajando para obtener todas las certificaciones y patentes necesarias.
Palabras clave
GELATEX, textiles, residuos animales, sector ganadero, fabricación de piel, sector de la piel, gelatina