Interacción entre humanos y máquinas para mejorar la capacidad musical
Las tecnologías digitales permean casi cada faceta de la vida, y están cada vez más interconectadas con la sociedad. Esta situación provoca una reacción con la que crear formas más naturales para que los humanos interactúen con los ordenadores. Los investigadores esperan incorporar la interacción entre personas y ordenadores a nuevos elementos de la vida como la cultura, las emociones y la experiencia. El movimiento corporal es una forma de lograrlo. El proyecto MIM creó un nuevo tipo de instrumento musical digital basado en mecanismos de aprendizaje sensomotriz, muy relacionado con los movimientos del organismo. La investigación se llevó a cabo con el apoyo del programa Marie Skłodowska-Curie. Tal y como afirma Baptiste Caramiaux, investigador en el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) en la Universidad París-Saclay e investigador principal del proyecto MIM: «Las representaciones musicales suelen considerarse el mayor logro de la capacidad humana. Sorprendentemente, no se sabe todavía el modo en el que la práctica influye en la adquisición de capacidades musicales. Sabemos que es necesario repetir ciertos movimientos y ejercicios. Pero cabe preguntarse si la repetición es la mejor estrategia». En este contexto, el proyecto MIM se propuso desentrañar si es mejor repetir secuencias de movimientos o variar los movimientos durante la práctica para aprenderlos. El propósito es crear tecnologías interactivas capaces de guiar a los músicos durante los ensayos. Información sobre la creatividad humana El proyecto contempló varios componentes tecnológicos. El primero se dedicó a los dispositivos utilizados para capturar el movimiento humano durante una actuación musical, sobre todo en relación al piano. Crearon un sistema de captura de movimientos de última generación con marcadores reflectantes en los dedos del músico, a los cuales se les realizó un seguimiento mediante diez cámaras infrarrojas situadas en torno al músico. De esta forma, se pudo extraer las posiciones de los dedos con una resolución espacial y temporal elevada. El segundo componente fue un análisis del movimiento mediante varios algoritmos destinados a analizar el movimiento de los dedos y extraer información. El equipo de MIM creó dos tipos de herramientas, unas que analizan cómo mejoran los movimientos con el paso del tiempo y otras para aprender la estructura de la variabilidad de movimientos. Los resultados mostraron que la variabilidad en los movimientos puede ser un mecanismo constructivo en la adquisición de capacidades musicales. En concreto, la variación de los movimientos al aprender nuevas capacidades musicales puede resultar positivo para el aprendizaje y un modo de imprimir la propia personalidad en la música creada. «Esto es muy importante. Si se conoce la estructura de variabilidad de los movimientos se pueden diseñar sistemas interactivos basados en el movimiento capaces de conocer mejor el aprendizaje de movimientos humanos e impulsarlo», afirma Caramiaux. Mejora de la ingenio humano El objetivo principal del proyecto fue mejorar las representaciones musicales humanas en términos generales, y proponer formas de aprender capacidades musicales con mayor eficacia. «Si suena ambicioso es porque lo es», afirma Caramiaux. Sus aplicaciones van más allá de la música. «Colaboro con investigadores del IRCAM y la Universidad de la Sorbona en París en materia de sistemas musicales aplicados a la rehabilitación de capacidades motoras», aclara Caramiaux. A continuación, pasaremos al diseño de sistemas interactivos capaces de orientar a los músicos cuando practiquen. Este tipo de sistemas en los que se emplean métodos de aprendizaje automático permitirán descubrir cómo aprenden los músicos y adaptarse a las circunstancias. «Los resultados obtenidos son muy prometedores y conformaron mi programa de investigación actual y futuro en el CNRS, esto es, el empleo de aprendizaje automático para respaldar y mejorar el aprendizaje humano y la creatividad», concluye Caramiaux.
Palabras clave
MIM, aprendizaje automático, creatividad, música, ensayo, algoritmos, información