Un conocimiento mayor de enfermedades que asolan poblaciones de África
Las enfermedades más notorias, como el paludismo y la tuberculosis, suelen acaparar la mayor parte de la atención y de la financiación disponible, pero existen varias enfermedades zoonóticas -que se transmiten entre animales y humanos- desatendidas que resultan devastadoras para diversas poblaciones de África, Asia y Latinoamérica. Un equipo de científicos de distintos países ha puesto sus miras en África con el fin de abordar este problema desde todos los ángulos posibles, es decir, mediante un estudio que abarque la prevención, el diagnóstico, los conocimientos y la concienciación. El proyecto financiado con fondos europeos ICONZ («Integrated control of neglected zoonoses: improving human health and animal production through scientific innovation and public engagement») estudia las consecuencias de ocho enfermedades, a saber, el ántrax, la rabia, la brucelosis, la tuberculosis bovina, la tripanosomiasis zoonótica, la hidatidosis, la cisticercosis y la leishmaniosis. Todas ellas presentan riesgos para la salud humana y además pueden repercutir gravemente en la productividad ganadera, y en consecuencia en los medios de subsistencia de aquellos con menos recursos. La labor del proyecto contribuirá a que varios países en desarrollo pongan en práctica controles efectivos contra las zoonosis y se den a conocer los problemas que acarrean. El equipo al cargo trabaja en la creación de estrategias prácticas, rentables y sostenibles que pongan coto a estas enfermedades. Tras localizar y revisar la bibliografía preexistente respecto a las ocho enfermedades mencionadas, el equipo creó una base de datos que proporciona información detallada sobre la ubicación, la función y el tipo de investigación que se está realizando sobre estas ocho zoonosis desatendidas. Además ha elaborado un inventario de todas las herramientas de diagnóstico disponibles para cada una de ellas. Una parte clave del trabajo ejecutado por el proyecto fue la evaluación de zoonosis desatendidas en poblaciones de Mali, Marruecos, Mozambique, Nigeria, Tanzania, Uganda y Zambia. En estas evaluaciones participaron ganaderos, familias, pacientes, personal médico y veterinario y otros agentes clave. En total se trabaja en el desarrollo de cuatro tipos de estrategias dedicadas a varias zoonosis desatendidas como las de origen bacteriano, las que afectan a canes y rumiantes pequeños, las porcinas y las zoonosis de transmisión vectorial. El equipo también estudia actitudes y prácticas culturales, temas relacionados con la igualdad de los sexos y la sabiduría tradicional. Al igual que un médico emite un diagnóstico antes de recomendar un tratamiento, el equipo de ICONZ se propone emitir un diagnóstico en relación al estado del conocimiento antes de proponer un plan de intervención. ICONZ identificó una necesidad abrumadora de acometer actividades de desarrollo de capacidades en los siete países africanos. Por ejemplo se descubrió la necesidad de brindar apoyo adicional, incluso a pesar de que todas las instituciones evaluadas contaron en el último lustro con formación sobre una o más de las zoonosis desatendidas propuestas y poseen las instalaciones para albergar y formar a estudiantes. Además, la mayoría de dichas instituciones prestaron más atención a la medicina veterinaria que a la salud humana. El proyecto, en conjunción con otro también financiado con fondos europeos y titulado OH-NEXTGEN, contribuirá a transferir conocimientos a investigadores africanos. También se identificó la necesidad de contar con más científicas y políticas en los países asociados africanos. En varias de las zonas en las que se están llevando a cabo proyectos piloto o estudios prácticos se invitó a grupos de mujeres a contribuir al diseño y la gestión de estos y a determinar los métodos más adecuados para las labores de comunicación y publicidad. Los resultados de ICONZ, junto a los de otro proyecto adicional titulado ADVANZ que promueve el estudio de las zoonosis desatendidas, se pondrán a disposición de la administración de cada país para que se tengan en cuenta en políticas y garanticen un compromiso en cada país. La participación de todos los agentes interesados -autoridades gubernamentales, locales, tradicionales y religiosas- también debería garantizar una repercusión de gran calado y que las necesidades propias de cada comunidad reciban la atención que se merecen. El proyecto, coordinado por la Universidad de Edimburgo, recibió cerca de 6 millones de euros de financiación, comenzó en 2009 y concluirá en 2014.Para más información, consulte: ICONZ http://www.iconzafrica.org Ficha informativa del proyecto OH-NEXTGEN http://www.oh-nextgen.eu/ ADVANZ http://www.advanz.org/
Países
Marruecos, Malí, Mozambique, Nigeria, Tanzania, Uganda, Reino Unido, Zambia