Un estudio descubre la utilidad del plástico en la cría de abejas
Los avances tecnológicos aportan beneficios a la sociedad y los grupos que más beneficios obtienen de ellos son las personas y también, por sorprendente que parezca, las abejas. Investigadores en Alemania han desarrollado una forma mejor de criar larvas en el laboratorio. Su método, presentado en la revista Methods in Ecology and Evolution, ayudará a averiguar la razón por la que las poblaciones de abejas están reduciéndose. Se sabe que las abejas desempeñan una labor crucial en la alimentación humana debido a sus actividades de polinización de cultivos. No obstante, la población de abejas está reduciéndose y la comunidad científica no ceja en su empeño por dar una explicación a este problema. Una combinación de factores como el empleo de fitosanitarios, pérdida de hábitat y enfermedades está obligando a los investigadores a ponerse manos a la obra y dar con una solución en el laboratorio. Por ejemplo, la Universidad de Wurzburgo ha dado con una forma innovadora para criar larvas de abejas melíferas en un entorno cerrado, lo que facilita el análisis de las causas de la muerte del insecto. Los métodos de cría en el laboratorio habituales son deficientes debido a que se valen de una técnica de «trasplante» mediante la que el primer estadio de la larva de abeja (de alrededor de un milímetro de largo) se recoge mediante pinceles, plumas o agujas. De forma paralela al aumento de la presión para obtener información crece también el estrés mecánico, que provoca una mayor mortalidad entre las minúsculas larvas. «Para mantener el servicio vital para ecosistema que supone la polinización, es necesario lograr progresos en la metodología científica que permitan investigar los factores que influyen en la pérdida de poblaciones de abejas observada a escala planetaria», indicaron los autores del estudio. «En concreto, es necesario dar con métodos de laboratorio fiables destinados a evaluar efectos negativos en nidadas de abejas melíferas. Además, desde el punto de vista estadístico, el origen común de los individuos sometidos a pruebas debe tenerse en cuenta al analizar datos ecotoxicológicos.» Los investigadores adoptaron un método que no implica trasplantes para obtener larvas de abeja y que por tanto tampoco supone la manipulación de las mismas. El equipo permitió que abejas reina pusieran sus huevos directamente en un panal artificial de plástico del tamaño de una caja de puros para garantizar la seguridad de las larvas. Los criadores profesionales de abejas reina utilizan este panal de plástico y los investigadores se dieron cuenta de que facilita la cría de larvas y garantiza resultados positivos. «El panal artificial presenta un patrón hexagonal con 110 agujeros del tamaño de celdas de cera», explica Harmen Hendriksma, autor principal del estudio. «La abeja reina pone sus huevos directamente en estas pequeñas celdas de plástico. Gracias a que el fondo de cada una de las celdas posee una copa pequeña de plástico podemos recoger las larvas sin necesidad de manipularlas.» El Dr. Hendriksma decidió utilizar el panal de plástico en el laboratorio tras una colaboración con una empresa neerlandesa fabricante de miel para fines médicos. «Al igual que mucha gente soy ligeramente perezoso y quería encontrar una forma más rápida y fácil de criar abejas en el laboratorio», indicó. «Cuando probé el panal de plástico lo encontré perfecto.» Gracias al empleo del panal de plástico el equipo garantizó la supervivencia del 97% de las larvas y recogió más de 1.000 larvas en 90 minutos. Esta técnica podría aumentar la calidad de la investigación con abejas, sobre todo porque facilitará la comparación de los resultados generados en distintos laboratorios. Los descubrimientos de esta investigación también sugieren que la utilización de métodos estadísticos en otros ámbitos de la ecología puede ayudar a los estudiosos de las abejas a lograr resultados más positivos. «La investigación sobre abejas es como una carrera armamentística en la que los investigadores se mantienen atentos a posibles riesgos nuevos para las abejas», indicó el Dr. Hendriksma. «Debido a que existen tantos factores (como la contaminación medioambiental, nuevos plaguicidas agrícolas, enfermedades de las abejas, cambios en los hábitats y en los genes de las abejas) que pueden influir en la pérdida de nuestras abejas, es necesario dar con formas mejores de analizar nuestros resultados.»Para más información, consulte: Universidad de Wurzburgo: http://www.uni-wuerzburg.de/en/new/ Methods in Ecology and Evolution: http://www.methodsinecologyandevolution.org/view/0/index.html
Países
Alemania