Un estudio descubre un posible fármaco contra el cáncer
Un equipo de científicos ha aclarado el mecanismo de acción de una proteína que ralentiza la metástasis y aumenta la eficiencia de la quimioterapia. La molécula, denominada glicoproteína rica en histidina (HRG), podría contribuir al desarrollo de fármacos contra el cáncer. El estudio, financiado en parte por la UE, aparece publicado en la revista Cancer Cell. El apoyo comunitario a la investigación provino del proyecto TIE2+MONOCYTES («Monocitos de expresión de Tie2: función en la angiogénesis tumoral y como diana terapéutica»), concretamente por medio de una subvención de inicio del Consejo Europeo de Investigación (CEI) por valor de 1,31 millones de euros otorgada a una de las autoras del artículo, Michele de Palma del Instituto Científico de San Raffaele (Italia). La HRG mejora la calidad de la red de vasos sanguíneos que aportan oxígeno y nutrientes a un tumor. Aunque en principio pueda sonar contraproducente, de este modo se consigue reducir el riesgo de metástasis (la expansión de un cáncer a distintas partes del organismo) y se facilita que los fármacos alcancen el tumor. Al igual que el resto de tejidos, los tumores malignos precisan oxígeno y nutrientes para crecer y mantenerse vivos y los cánceres a menudo se sirven de unas moléculas denominadas factores de crecimiento de vasos sanguíneos para procurarse un suministro de sangre. Durante muchos años la comunidad científica se centró en el desarrollo de fármacos contra el cáncer que suprimieran el suministro de sangre que llega al tumor bloqueando la actividad de los factores de crecimiento de los vasos sanguíneos. No obstante, en realidad este método incrementa la posibilidad de que se produzca metástasis. Varios estudios han demostrado que, debido a la gran velocidad de crecimiento de los tumores, la estructura de sus redes de vasos sanguíneos es deficiente y a menudo no aporta oxígeno al tumor en cantidad suficiente. Esta falta de oxígeno provoca que algunas células cancerosas abandonen el tumor y se instalen en otras partes del organismo. Al restringir aún más el oxígeno que llega al tumor, los fármacos destinados a esta función suelen agravar el riesgo de metástasis. Desde hace pocos años se ha incrementado el interés por los fármacos que mejoran el suministro de sangre y oxígeno que llega al tumor y evitan que las células cancerosas se desplacen. Además, debido a que los fármacos suelen alcanzar el tumor por vía sanguínea, la mejora del suministro de sangre a las células cancerosas también mejora el acceso de la quimioterapia a las células malignas. En este estudio, científicos de Bélgica, Italia y Suecia desvelan que la proteína HRG es capaz de «normalizar» el suministro de sangre de un tumor al modificar la concentración de dos tipos distintos de células inmunitarias. Según los investigadores, la mayoría de los cánceres suelen provocar inflamación provocada por células TAM (macrófagos asociados a tumores). Existen dos tipos de TAM: los macrófagos M2 fomentan el crecimiento de los vasos sanguíneos y reducen las defensas inmunitarias del organismo, y los macrófagos M1 activan las células inmunitarias que atacan a los tumores cancerosos. Los segundos no poseen la capacidad de favorecer el desarrollo de vasos sanguíneos. Esta nueva investigación muestra que la HRG es capaz de desactivar otra proteína denominada factor de crecimiento placentario (PlGF) que inicia la transformación de los macrófagos M2 (que favorecen el crecimiento tumoral) en macrófagos M1 (que inician un ataque inmunitario sobre el cáncer para reducir su tamaño). Debido a que no favorecen de forma activa el crecimiento de vasos sanguíneos, los M1 conducen al desarrollo de una red de vasos sanguíneos convencionales en el tumor. Así se mejora el abastecimiento de sangre y oxígeno al tumor, se reduce el riesgo de metástasis y aumenta el efecto de la quimioterapia debido a que puede acceder al tumor con más facilidad. «Nuestro estudio muestra que la regulación de la inflamación asociada a tumores puede utilizarse para tratar el cáncer y que existe un gran potencial para convertir la HRG en un fármaco contra éste», comentó la profesora Lena Claesson-Welsh del Departamento de Inmunología, Genética y Patología de la Universidad de Uppsala (Suecia). «El siguiente paso será descubrir los puntos de unión de la HRG sobre los macrófagos para aprovecharlos en el desarrollo de fármacos. También estamos estudiando las modificaciones de los niveles de HRG en la sangre durante el cáncer.»Para más información, consulte: Universidad de Uppsala: http://www.uu.se Instituto de Biotecnología de Flandes (VIB): http://www.vib.be Cancer Cell: http://www.cell.com/cancer-cell/ Consejo Europeo de Investigación (CEI): http://erc.europa.eu/
Países
Bélgica, Italia, Suecia