La mortalidad cardiaca es mayor con un patrón electrocardiográfico común
Investigadores financiados con fondos comunitarios han descubierto que un porcentaje inesperadamente elevado de personas del grupo de edad entre 35 y 54 años presenta un patrón de repolarización precoz (PRP) en sus electrocardiogramas (ECG). Además, las personas que presentan un PRP, y en especial los hombres, parecen tener un riesgo más elevado de defunción por fallo cardiaco. Por medio de electrodos colocados en la piel, el ECG capta las leves ondas eléctricas que genera el corazón al palpitar, de modo que revela información sobre la salud cardiaca. El PRP es un patrón de ondas que se observa comúnmente en los ECG y estudios anteriores han indicado que podría guardar relación con un riesgo más elevado de fallecimiento por insuficiencia cardiaca. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Public Library of Science (PLoS) Medicine y se enmarcan en el proyecto CARDIOGENICS («Identificación de raíces genéticas de la cardiopatía isquémica mediante la combinación de estudios de asociación gradual en todo el genoma con la investigación genómica funcional y transcriptómica de variantes genéticas relevantes»), al que se adjudicaron 10 millones de euros por medio del área temática «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología aplicadas a la salud» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el mundo desarrollado. Cerca del 50% de los casos se deben a parada cardiaca (es decir, la detención del bombeo de sangre hacia el corazón), en cuyo caso la muerte se produce en cuestión de minutos en el 95% de los individuos. Mediante reanimación cardiopulmonar se puede mantener con vida al afectado hasta que el personal médico pueda usar un desfibrilador y recuperar el latido del corazón. Un equipo científico dirigido por el profesor Stefan Kääb, del Hospital de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich (Alemania), emprendió una investigación para determinar la prevalencia del PRP y su relación con la mortalidad cardiaca. Además, estudió la mortalidad por todo tipo de causas en el estudio MONICA («Seguimiento de tendencias y determinantes en las enfermedades cardiovasculares»), que contó con el apoyo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y evaluó las enfermedades cardiovasculares de 10 millones de personas residentes en 21 países. El estudio KORA analizó un corpus de datos recopilado en la región alemana de Augsburgo. Este estudio reciente facilita conocimientos novedosos sobre la relación existente entre el PRP y la muerte por fallo cardiaco. El profesor Kääb y sus colaboradores seleccionaron a 1.945 participantes en MONICA/KORA de entre 35 y 54 años y estudiaron sus ECG. Encontraron PRP en el 13,1% de los casos. Además, observaron que el riesgo de fallecer por fallo cardíaco era el doble en los individuos con PRP y 2,65 veces más elevado en los hombres con PRP. Asimismo, los resultados revelaron que el riesgo de muerte por causa cardiaca al tener PRP localizado en la zona inferior del corazón es el triple en los hombres y mujeres de este colectivo y el cuádruple en los hombres. Además, los autores hallaron una fuerte conexión entre el PRP y un riesgo más elevado de mortalidad por cualquier otra razón, pero menor con el riesgo de muerte por fallo cardiaco. CARDIOGENICS, coordinado por la Universität zu Lübeck (Alemania), se dedica a investigar y aplicar técnicas genómicas punteras para dar con genes de riesgo de enfermedad coronaria e infarto de miocardio. Concluirá en septiembre de 2010 y ha reunido a especialistas de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Suecia y Reino Unido. Sus resultados están relacionados con el estudio MONICA/KORA, centrado en personas de edad media de origen centroeuropeo.
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