Expertos en sistemas terrestres sacan a relucir procesos de retroalimentación biogeoquímica
Un equipo de científicos financiados con fondos comunitarios advierte que los efectos de las retroalimentaciones biogeoquímicas no deben pasarse por alto. Para entender la probable evolución de la Tierra durante este siglo y en el futuro, el equipo considera que se debe prestar mayor atención a las retroalimentaciones que existen entre la biosfera terrestre y la atmósfera. Los resultados del estudio, sobre los que se ha publicado un artículo en la revista Nature Geoscience, sugieren que estos procesos podrían repercutir de manera importante en el futuro cambio climático. La investigación recibió apoyo del proyecto GREENCYCLES («Red de investigación y formación sobre biogeoquímica y cambio climático»), financiado con 2,84 millones de euros a través de las Acciones Marie Curie: Recursos Humanos y Movilidad pertenecientes al Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. Este proyecto de cuatro años de duración, que finalizó en 2008, generó nuevos avances en el campo multidisciplinario de la investigación sobre ciclos biogeoquímicos y formó a una nueva generación de expertos científicos en sistemas terrestres. GREENCYCLES continúa trabajando mediante la Red de Formación Inicial GREENCYCLES II («Anticipación de retroalimentaciones biosféricas y del cambio climático en el sistema terrestre hasta 2200»), apoyada con 6 millones de euros a través de la línea presupuestaria Acciones Marie Curie del Séptimo Programa Marco (7PM). GREENCYCLES II ampliará el conocimiento que se posee sobre el efecto de las retroalimentaciones biogeoquímicas climáticas sobre los sistemas terrestres hasta 2200. A pesar de que la comunidad científica está prácticamente segura de que la actividad humana ejerce una influencia formidable sobre los patrones climáticos globales y seguirá ejerciéndola en un futuro, todavía no existe un consenso sobre si estos cambios se producirán en este siglo o en un futuro más lejano. En su artículo, el equipo de científicos dirigido por la Dra. Almut Arneth de la Universidad de Lund (Suecia) explica que la biosfera terrestre es un regulador básico de la química y el clima de la atmósfera. Estudios sobre los cambios climáticos terrestres ocurridos en épocas pasadas han mostrado que la cubierta vegetal y las interacciones entre la atmósfera y la biosfera terrestre sufrieron cambios en cuestión de décadas. Según el equipo, varios estudios contemporáneos han indicado que la biogeoquímica terrestre responde de manera similar a la contaminación atmosférica y al cambio climático de origen antropogénico. Cabe señalar que, a pesar de la importancia otorgada a las interacciones entre el ciclo del carbono (un ciclo biogeoquímico) y el clima, otras retroalimentaciones biogeoquímicas podrían poseer la misma importancia de cara a prever el cambio climático futuro. De hecho, la Dra. Arneth y su equipo han realizado una serie de estimaciones sobre la importancia de estas retroalimentaciones biogeoquímicas aún no consideradas. Descubrieron que la combinación del «forzamiento positivo que generan las retroalimentaciones asociadas al carbono, el nitrógeno y la química atmosférica en respuesta al calentamiento antropogénico podría agravar aún más el calentamiento». «De hecho, el forzamiento positivo biogeoquímico podría compensar el enfriamiento resultante de la fertilización de la biosfera que ejerce el CO2 (dióxido de carbono), un fenómeno que algunos opinan que mitiga el calentamiento», comentan. No obstante añaden que las estimaciones sirven como guías aproximadas debido a los escasos experimentos cuantitativos realizados. Existen incertidumbres sustanciales, por ejemplo con respecto a la influencia de los cambios de un ciclo biogeoquímico en otros ciclos. «La magnitud total de las retroalimentaciones biogeoquímicas podría ser similar a las retroalimentaciones del sistema climático físico, pero existen grandes espacios de incertidumbre por lo que se refiere a la magnitud de las estimaciones individuales y al reconocimiento de sinergias entre estos efectos», concluyen.
Países
Suecia