La distancia es determinante para la especiación
Un nuevo estudio genético realizado en el Reino Unido y financiado con fondos comunitarios ofrece a los estudiosos del evolucionismo un nuevo punto de vista sobre la biodiversidad: los reptiles de una isla se aparean más con reptiles originarios de otras islas que con los procedentes de hábitats distintos aunque adyacentes. El resultado forma parte del proyecto SPECIATION FACTORS («Comprobación de la importancia relativa de diversos factores en las especiación: los anoles de la Martinica»), financiado con cerca de 160.000 millones de euros mediante el programa Marie Curie, perteneciente al Sexto Programa Marco (6PM) comunitario. Los descubrimientos, sobre los que se ha publicado un artículo en la revista Public Library of Science (PLoS) Genetics, ofrecen datos sobre la influencia del aislamiento geográfico en la especiación. La comunidad científica lleva muchos años realizando estudios evolutivos en islas de todo el planeta, por ejemplo en Indonesia (Asia) y las Galápagos, frente a la costa occidental de Sudamérica. Estas islas han ayudado a los científicos a determinar la teoría convencional de la especiación alopátrica, que explica la disminución del intercambio de genes entre poblaciones estrechamente relacionadas pero separadas por accidentes geográficos. La geografía actual de la Martinica, en las Antillas Menores, se debe a la unión de lo que en su día fueron varias islas separadas. Los datos geológicos y filogénicos que se poseen indican que estas islas han estado habitadas por una especie de reptil arbóreo (anoles) desde hace entre seis y ocho millones de años. «Durante los últimos 150 años, desde el estudio de las islas realizado por Darwin y la publicación de su libro "El origen de las especies", los archipiélagos han sido básicos para el estudio de la evolución y la multiplicación de las especies (especiación)», indican los autores. «Las islas tipifican la idea general de la especiación geográfica (alopátrica), en la que los genomas se diferencian al haber un aislamiento espacial hasta que las diferencias acumuladas provocan un aislamiento reproductivo y la capacidad de coexistir sin apareamiento.» El profesor Roger Thorpe, de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Bangor (Reino Unido), y sus colegas estudiaron la genética de los reptiles anoles para comprobar su aislamiento reproductivo. El empleo de marcadores genéticos neutros desde el punto de vista de la selección ayudó al equipo a determinar que los anoles intercambian genes con libertad y no se comportan como especies distintas. Además, según los investigadores, existe un mayor aislamiento entre individuos de la misma especie pero de distintos hábitats que entre reptiles procedentes de islas separadas en la antigüedad. «Sin duda existe un mayor aislamiento genético entre poblaciones adyacentes de la misma especie pertenecientes a distintos hábitats que entre aloespecies putativas separadas procedentes de islas distintas en la antigüedad», indican los autores. «Esta situación contradice la especiación alopátrica en un estudio práctico de un sistema considerado representativo de la misma y apunta a la posible importancia de la especiación ecológica.» En relación a los pasos a seguir a partir de ahora, el profesor Thorpe indicó que «la próxima etapa será identificar los genes que determinan los rasgos que influyen en el proceso de especiación».
Países
Reino Unido