EELA fomenta la computación en grid en Iberoamérica y EELA-2 la populariza
Investigadores europeos cooperaron con colegas latinoamericanos desde 2006 hasta 2007 para desarrollar capacidades sólidas de computación en grid. El proyecto EELA («Infraestructura electrónica compartida entre Europa y América Latina»), financiado con 1,7 millones de euros mediante el área «Infraestructuras de investigación» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE, produjo resultados fructíferos. En vista del éxito alcanzado, se ha creado el proyecto EELA-2, que tiene como objetivo construir una infraestructura de grid escalable y de gran calidad y capacidad a partir de la creada por EELA. La comunidad investigadora de Europa y América del Norte lleva muchos años sacando partido a las redes de computación en grid. Antes de su creación no resultaba sencillo almacenar ni utilizar grandes cantidades de datos. No obstante, estas innovadoras redes no estaban a disposición de los investigadores de otras zonas del mundo como Iberoamérica y África. El proyecto EELA abordó esta deficiencia mediante el establecimiento de recursos informáticos sólidos compartidos por investigadores europeos y latinoamericanos mediante tecnología de grid. «En ámbitos como la física de alta energía, la biomedicina y la meteorología, la precisión de los resultados depende de la precisión de la simulación», explicó el vice-coordinador del proyecto, Philippe Gavillet, del Consejo Europeo de Investigación Nuclear (CERN, Suiza). «Nuestros colegas de América Latina deseaban poder participar en estas infraestructuras y ésta era una forma de ayudarles, desarrollar sus recursos informáticos.» EELA creó una grid iberoamericana que conectó 3.000 ordenadores y almacenó 700 terabytes (700 billones de bytes) de datos. Gracias a esta grid, ahora investigadores de América Latina pueden realizar estudios sobre física de alta energía, biomedicina y modelización climática, entre otros. Los socios del proyecto conectaron los ordenadores entre sí a través de Internet o redes especializadas de alta velocidad. También desarrollaron programas informáticos de conectividad (por ejemplo entre el cliente y la base de datos) y gestionaron el almacenado y recuperación de la información. El consorcio EELA, compuesto por veintidós grupos de Europa y América Latina, utilizó el programa de conectividad gLITE, diseñado en su día para gestionar la grid que emplea el CERN para procesar los datos del Gran Colisionador de Hadrones y otras investigaciones sobre física de alta energía. «La creación de redes de científicos con los mismos intereses profesionales ha sido un resultado del proyecto muy positivo», declaró el Dr. Gavillet. Los buenos resultados de EELA condujeron a la creación y puesta en marcha de EELA-2. Los socios de EELA-2 añadieron nuevas características a gLITE, dando acceso al programa a investigadores de distintos ámbitos. El equipo también creó una versión de gLITE para ordenadores que, en lugar de Linux, tuvieran Windows como sistema operativo. Y para simplificar el trabajo a los usuarios, EELA-2 creó OurGrid, un sistema que ayuda a los investigadores a comunicarse con un gran número de ordenadores sin tener en cuenta su frecuencia de uso. «OurGrid es muy cómodo y se está popularizando», indicó el Dr. Gavillet. «Consume menos recursos que gLITE y es mucho más adecuado para instituciones de tamaño pequeño.» EELA-2 ha establecido conexiones entre 78 instituciones de 16 países europeos e iberoamericanos. También da apoyo a más de 50 proyectos de investigación dedicados a distintos ámbitos de la ciencia, según los socios. «Tenemos una estrategia clara y hemos calculado meticulosamente el coste de todo lo que supone ejecutar y dar respaldo a la infraestructura», subrayó el Dr. Gavillet. «Hemos definido el objetivo y los medios y, a través de nuestros colaboradores, hemos trabajado con responsables políticos de todos los países abarcados.»