Un estudio demuestra que las minas pueden producir energía geotérmica
¿Hay luz al final del túnel de los pozos mineros condenados al cierre? Dos ingenieros españoles así lo afirman bajo el argumento de que en ellas podrían emplazarse explotaciones de energía geotérmica para suministrar electricidad a aquellas poblaciones que la necesitan. Mediante un artículo publicado en la revista Renewable Energy los investigadores describen la herramienta con la que calcularon la cantidad de calor que podría aportar un pozo minero a la industria y a particulares. Estos ingenieros de la Universidad de Oviedo (España) desarrollaron un nuevo método para realizar estimaciones sobre el calor que podría generar una galería de una mina cuyas esperanzas de futuro fuesen escasas. Debe tenerse en cuenta que la energía geotérmica, que aprovecha el calor natural de la Tierra, no es habitual en España. Según las declaraciones que recoge el SINC (Servicio de Información y Noticias Científicas) de Rafael Rodríguez, de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de la Universidad de Oviedo, «una forma de aprovechamiento de la energía geotérmica de baja intensidad es convertir las galerías de las minas en calderas geotérmicas, que podrían facilitar calefacción y agua caliente a los vecinos del entorno». «Con la mina en actividad se puede acceder fácilmente a las galerías para tomar datos sobre la ventilación o sobre las propiedades de las rocas; además se pueden realizar sondeos y diseñar mejor los circuitos, e incluso programar el cierre de algunos tramos para dedicarlos a la obtención de energía geotérmica», añadió. A pesar de que se puede generar energía geotérmica una vez clausurada la mina, «ya no es posible modificar nada en ella ni obtener datos útiles para valorar y mejorar el sistema». A diferencia de otras posibilidades propuestas, en este nuevo sistema desarrollado por los científicos españoles se incide en la importancia de actuar antes de que se clausuren las minas, mientras las galerías subterráneas siguen siendo accesibles. El Sr. Rodríguez y su colega María Belarmina Díaz estudiaron la explotación geotérmica de un pozo minero de dos kilómetros de longitud. Sus análisis indican que la temperatura de las rocas situadas a 500 metros de profundidad asciende a unos 30°C. En la mayoría de las zonas mineras de la región de Asturias, situada en la costa norte de España y bañada por el Mar Cantábrico, se registran temperaturas cercanas a los 30°C. No obstante, los ingenieros señalaron que esta temperatura también podría aplicarse a otras regiones. Según escriben los autores, el sistema se podría utilizar en aquellas zonas en las que existan minas cuyo cierre esté previsto a corto plazo. Esta circunstancia se da en áreas de España y en el resto de Europa, como apuntaron los investigadores. Según explicaron al SINC, el agua canalizada podría entrar a 7°C y salir a 12°C, lo que constituye una ganancia térmica suficiente y beneficiosa para las poblaciones emplazadas sobre las minas. La construcción de calderas geotérmicas en pozos mineros resultaría provechosa debido a que éstas no sólo generarían energía sino que funcionarían como un sistema abierto de tuberías «pero sin ningún riesgo de contaminación térmica al acuífero», como argumentaron los investigadores. Entre los destinatarios de la energía geotérmica se encontrarían instalaciones industriales, piscifactorías, viviendas unifamiliares y urbanizaciones. La energía geotérmica ayudaría a disminuir las emisiones de dióxido de carbono. Otros aspectos positivos de la energía geotérmica son que, a diferencia de la solar o la eólica, no depende de las condiciones climáticas, no conlleva la construcción de nuevas infraestructuras en grandes extensiones de terreno y no contamina su entorno inmediato. Desde el punto de vista industrial, la energía geotérmica resultaría lucrativa a largo plazo.
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España, Italia