Malos tiempos para los anfibios y reptiles europeos
Nuevos estudios financiados con fondos comunitarios y realizados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) muestran que el 23% de los anfibios y el 21% de los reptiles en Europa se encuentran en peligro de extinción. La investigación forma parte de las primeras Listas Rojas Europeas de la IUCN sobre anfibios y reptiles. Las Listas Rojas Europeas reflejan el estado de conservación de unas 6.000 especies entre las que se encuentran mamíferos, mariposas y plantas vasculares. Las listas incluyen especies que están en peligro de extinción en Europa y contribuyen a mejorar su situación al promover actividades de conservación. Las especies amenazadas son aquellas clasificadas como «en peligro crítico de extinción» (riesgo extremadamente alto de extinción en estado silvestre), «en peligro» (riesgo muy elevado de extinción en estado silvestre) o «vulnerable» (alto riesgo de extinción en estado silvestre). Los datos más recientes indican que la cantidad de anfibios y reptiles en Europa decrece. En concreto, el declive de los anfibios (el 59%) y reptiles (el 42%) indica que el riesgo para estas especies es mucho mayor si se compara con la situación de los mamíferos y aves de Europa. Pero lo realmente importante es saber por qué se ha llegado a esta situación. Expertos europeos opinan que los factores que causan más estragos en las vidas de los anfibios y reptiles son la destrucción por parte de los humanos de sus hábitats naturales, el cambio climático, la contaminación y la presencia de especies invasoras. «Europa meridional es especialmente rica en anfibios, pero el cambio climático y otras amenazas están presionando gravemente sus hábitats de agua dulce», explicó la Dra. Helen Temple, coautora del estudio. «El crecimiento de la población humana, la intensificación de la agricultura, la urbanización descontrolada y la contaminación están ahogando los hábitats naturales en toda Europa. Esta situación no es beneficiosa ni para los anfibios ni para los reptiles.» Los expertos advierten de que 85 especies de anfibios y 151 especies de reptiles son endémicas de Europa. Un desglose muestra que dos especies de anfibios, la rana cerigensis (Pelophylax cerigensis) de Grecia y el tritón del Montseny (Calotriton arnoldi) de España, están consideradas en peligro crítico de extinción. Cinco especies más, entre ellas el sapo de vientre amarillo de los Apeninos (Bombina pachypus) de Italia, están en peligro. Por último, once, entre las que se incluye el sapillo balear (Alytes muletensis) de la ilustración, están clasificadas como especies vulnerables. Seis especies de reptiles, entre ellas la lagartija de las islas Eolias (Podarcis raffonei), se han clasificado como especies en peligro crítico de extinción, mientras que otras once especies se consideran especies en peligro (como el Hierophis cypriensis) y otras diez se catalogan como especies vulnerables (por ejemplo la víbora hocicuda o Vipera latastei de la zona suroccidental de Europa). La Unión Europea se ha comprometido a poner fin a la pérdida de biodiversidad para 2010. Para ello cuenta con un Plan de Acción sobre Biodiversidad en el que se detallan acciones prioritarias y se establecen las responsabilidades de los Estados miembros y las instituciones en relación a cada acción. El plan también comprende un calendario para la realización de evaluaciones que incluye indicadores para medir los progresos. En abril, el Congreso de la CE sobre Biodiversidad, celebrado en Atenas (Grecia), transmitió un mensaje relativo al futuro de la política sobre biodiversidad en la UE a través de los ocho puntos del «Mensaje de Atenas» para la protección de la naturaleza. En el mensaje se subraya la necesidad de mejorar la comunicación sobre la pérdida de biodiversidad y sus consecuencias, así como de aumentar la financiación y la concienciación de la población. «En el Día Mundial de la Biodiversidad [22 de mayo], este es un dato preocupante», declaró el Comisario Dimas. «A pesar de la estricta legislación que protege nuestros hábitats y a la mayoría de las especies afectadas, casi una cuarta parte de los anfibios de Europa está en peligro. Ello refleja la enorme presión que estamos ejerciendo sobre la flora y la fauna europeas y subraya la necesidad de replantearnos nuestra relación con la Naturaleza. «Por tanto, invito a ciudadanos, políticos y al sector industrial a reflexionar sobre nuestro reciente Mensaje de Atenas y a tener en cuenta los problemas de la biodiversidad en las decisiones que tomen», añadió. «No podemos seguir así.» El político griego indicó que la biodiversidad, a la vez que valiosa y frágil, contribuye de manera significativa al bienestar social y económico de todos los europeos. «Esto es algo que no está reconocido ni valorado lo suficiente», subrayó.
Países
Bélgica, Grecia