La resistencia a un fármaco amenaza con mermar la labor de control de la malaria en todo el mundo
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha expresado su preocupación por la aparición, a lo largo de la frontera entre Tailandia y Camboya, de unos parásitos de la malaria que son resistentes a un fármaco hasta el momento muy eficaz. La OMS teme que la creciente resistencia de los parásitos Plasmodium a este fármaco, la artemisinina, «dificulte gravemente el éxito de la labor de control de la malaria en todo el mundo». La artemisinina es un compuesto que se obtiene de la planta Artemisia annua, una clase de ajenjo común autóctono de las regiones templadas de Asia. El tratamiento de la malaria pasó recientemente de los fármacos tradicionales, que cada vez tenían menos eficacia, a las terapias combinadas basadas en artemisinina (ACT). Las ACT combinan la artemisinina, que es altamente efectiva, con otros medicamentos eficaces contra la malaria para prevenir el desarrollo de resistencias a la artemisinina. Según la OMS, el cambio en los tratamientos resultó todo un éxito. Las ACT funcionan en el 90% de los casos si son administradas de la forma apropiada. Sin embargo, los esfuerzos por evitar la resistencia a la artemisinina se han visto mermados por el uso de terapias de un único fármaco, en concreto las monoterapias de artemisinina y sus derivados. El uso de un único medicamento facilita la adaptación de los parásitos y, por consiguiente, hace que se vuelvan resistentes a éste. El peligro es aún mayor porque «no existen alternativas eficaces a la artemisinina para el tratamiento de la malaria, ni en el mercado ni en la fase final del proceso de desarrollo de fármacos», señala la OMS. «Si no ponemos fin a esta resistencia documentada en la zona fronteriza de Tailandia y Camboya, la malaria se podría propagar rápidamente a los países vecinos y poner en peligro nuestros esfuerzos por controlar esta enfermedad mortal», afirmó Hiroki Nakatani, Subdirector General de la OMS. Por este motivo, la política de tratamientos de la OMS propone utilizar ACT en todos los casos de malaria falciparum no complicada, una de las formas más comunes y mortales de la enfermedad. La Plasmodium falciparum es responsable de tres cuartas partes de los casos y del 90% de las muertes a causa de la malaria. La Unión Europea también respalda el planteamiento relativo a las ACT. Por medio de Artepal, un proyecto de la Agencia Europea para el Desarrollo y Salud (AEDES), la oficina de cooperación de la Comisión Europea para los programas de ayuda externa de la UE, EuropeAid, ha venido financiando la promoción de las ACT. Asimismo, Artepal pretende continuar con la transferencia de tecnología para reforzar la capacidad local de producción de fármacos contra la malaria, sobre todo en África y Asia. Al mismo tiempo, contribuye a financiar las políticas nacionales en la lucha contra la enfermedad y, a largo plazo, Artepal desea mejorar el acceso a unas ACT de primera calidad y reducir los precios. La mitad de la población mundial corre el riesgo de sufrir malaria, sobre todo las personas que residen en países de renta baja. Más de un millón de personas mueren cada año a causa de esta enfermedad.
Países
Camboya, Tailandia