El espesor de la banquisa ártica cayó en picado el pasado invierno
Según una nueva investigación financiada por la UE, cuyos resultados se han publicado en la revista Geophysical Research Letters, el invierno pasado, el hielo marino en algunas zonas del Ártico era medio metro (aproximadamente un 20%) más delgado que en los últimos cinco inviernos. En el Ártico en su conjunto, el espesor del hielo se redujo en unos 26 cm (10%). Los científicos utilizaron el satélite Envisat de la Agencia Espacial Europea para medir el espesor del hielo durante el invierno ártico, que dura entre octubre y marzo, desde 2002 hasta 2008. Una investigación anterior ya había puesto de relieve el adelgazamiento del hielo en una pequeña región alrededor del Polo Norte el pasado invierno, pero este es el primer estudio en demostrar que el adelgazamiento del hielo es generalizado y se produce tanto en las zonas de hielo joven como de hielo antiguo. El grosor medio del hielo durante el invierno en el Océano Ártico es de aproximadamente 2,5 m, y durante los primeros cinco años del estudio el espesor del hielo se mantuvo relativamente estable, mostrando sólo una ligera disminución. Sin embargo, en el invierno 2007-2008, el espesor se redujo en unos 26 cm si se compara con el grosor medio de los anteriores inviernos del estudio. El área más afectada fue la parte occidental del Ártico, donde la banquisa era 49 cm más delgada que de costumbre: en la Plataforma Norte del Mar de Chuckchi el hielo había perdido 89 cm de grosor. Estos resultados plantean la pregunta de por qué el hielo adelgazó tan radicalmente el invierno pasado. En el verano de 2007, el hielo ártico se redujo a su nivel más bajo desde que comenzaron a registrarse tales datos. «En primer lugar, al reducirse la cantidad de hielo nuevo de primer año que queda al final de la temporada de fusión se reduce la cantidad de hielo de segundo año», escriben los científicos. «En segundo lugar, una mayor exposición de los océanos durante el verano, que da lugar a una mayor entrada de calor solar, inhibe el crecimiento de hielo durante el invierno siguiente.» La escasa extensión del hielo de 2007 se atribuye principalmente a la inusual calidez del clima en el Ártico durante ese año. Sin embargo, en 2008, a la reducción del hielo le faltó muy poco para alcanzar los niveles de 2007, pese a que las temperaturas de ese verano en el Ártico fueron mucho más bajas. «La extensión de la banquisa ártica se debe a una serie de factores, entre ellos la fusión del hielo debido a la calidez del clima, las corrientes y el viento que sopla en torno a ésta, por lo que es importante saber cómo está cambiando el espesor del hielo, así como la extensión del mismo», explicó la Dra. Katharine Giles del Centro de Observación y Modelización Polar (Centre for Polar Observation and Modelling o CPOM) del University College de Londres (UCL) en el Reino Unido. «Este verano la poca extensión del hielo no parece haber sido impulsada por el clima cálido, por lo que la pregunta es si la causa no habrá sido el adelgazamiento ocurrido el pasado invierno.» En otras palabras, el hielo puede haber sido «previamente condicionado» a derretirse durante el verano de 2008 por la delgada cubierta de hielo del invierno anterior. Es necesario seguir investigando para confirmar esta hipótesis. «Vamos a estar muy atentos al espesor del hielo este invierno, ya que será interesante ver lo que ocurre después de un segundo verano de baja extensión de hielo», añadió el Dr. Seymour Laxon, también del UCL. El satélite Envisat utilizado por los investigadores no cubre el Ártico por encima de la latitud 81,5° Norte, que se encuentra aproximadamente a 965 km de distancia del Polo Norte. La Agencia Espacial Europea planea lanzar un nuevo satélite, llamado CryoSat-2, a finales de 2009. CryoSat-2 está especialmente diseñado para medir con alta resolución el espesor del hielo en todo el Ártico.
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Reino Unido