Un informe indica que la inversión en I+D es la clave de la productividad
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) contribuye considerablemente al incremento de la productividad, según el último informe sobre competitividad de la Comisión Europea. El informe revela que, en 2006, el PIB de la UE creció en un 3%, su mayor aumento desde el año 2000. Este incremento se debió al aumento de la productividad (el aumento del PIB por empleado) y al crecimiento del empleo. Asimismo, la mayor parte de los nuevos Estados miembros de la UE, así como países con un PIB per cápita relativamente bajo, están alcanzando a sus vecinos de mayor rendimiento. Desde un punto de vista sectorial, el mayor crecimiento se registró en industrias con un fuerte componente de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC), como equipamiento de comunicaciones, maquinaria de oficina y ordenadores. «Estos resultados son muy alentadores y nos indican que las reformas de la estrategia de Lisboa renovada para el crecimiento y el empleo están comenzando a dar sus frutos», afirmó el Vicepresidente de la Comisión Europea, Günter Verheugen. «Las industrias europeas han logrado mantener sus posiciones en mercados mundiales, a diferencia de los productores estadounidenses y japoneses. Ahora el reto es impulsar nuestra agenda de reformas.» El informe identifica los motores clave que contribuyen en mayor medida a la productividad. «Una mayor inversión en I+D puede incrementar considerablemente el crecimiento de la productividad, especialmente si los elementos del triángulo del conocimiento (I+D, innovación, y educación y formación) están bien integrados, incluyendo la dotación de personal científico», se indica en el informe. Según la Comisión, lograr el objetivo de invertir el 3% del PIB en I+D podría conducir a aumentos tanto en la productividad como en los ingresos. Hasta el momento sólo dos Estados miembros, Suecia y Finlandia, han logrado este objetivo y se prevé que otros ocho Estados miembros lo alcancen antes de 2010. «Todavía me preocupa el gasto en investigación y desarrollo, particularmente en el sector privado. Hay una clara necesidad de aumentarlo», comentó el Comisario Verheugen. El informe también destaca la importancia de las inversiones en TIC, que ofrecen «grandes beneficios, en forma de un aumento de la productividad, cuando están acompañadas por cambios organizativos apropiados e inversión en habilidades». Entre otros importantes motores de productividad identificados por la Comisión está el fomento de la capacidad emprendedora mediante la simplificación de la creación de empresas, la mejora de las condiciones para las pequeñas y medianas empresas (PYME), y el refuerzo de mejores prácticas normativas y la disminución de la burocracia. Mirando hacia el futuro, en el informe se considera el papel que podrían desempeñar las tecnologías nuevas y emergentes para fomentar la economía. «No está claro hasta qué punto las tecnologías emergentes (microsistemas electromecánicos, materiales avanzados, bio y nanotecnologías) materializarán su potencial observado, a pesar de que se debe comprender que su potencial es muy importante y podría ser una gran contribución al aumento de la productividad y la innovación en las próximas décadas», según el informe. «No obstante, es probable que la gestión de los conocimientos cobre importancia y que los modelos de negocio de más éxito en el futuro sean aquellos que rindan mejor en este aspecto.»