Nuevos modelos y enfoques matemáticos para unos mejores ecosistemas y espacios verdes urbanos
En las próximas décadas, la reurbanización, la densificación, los aumentos de la población, los cambios demográficos y el cambio climático tendrán su impacto en la producción y el consumo de los servicios ecosistémicos urbanos, los beneficios directos e indirectos que los seres humanos obtienen del medio natural. Los ejemplos de estos ecosistemas incluyen proporcionar alimentos, hábitats de la vida silvestre y polinización de los cultivos; mejorar la calidad del agua, la formación del suelo y la regulación de la temperatura; reducir la erosión y las inundaciones; y apoyar una amplia variedad de beneficios culturales, valores estéticos y oportunidades recreativas. Interacción dinámica entre las personas, el agua y los sistemas ecológicos «Las decisiones para el desarrollo tomadas sin considerar estos beneficios, se exponen a dañar los sistemas de manera inadvertida e imposibilitar el suministro de valor», comenta el profesor Pierluigi Claps, coordinador del proyecto ECO.G.U.S. financiado con fondos europeos. De todos los servicios ecosistémicos, el proyecto se centra en las zonas verdes urbanas. «Consideramos que las zonas verdes urbanas, como los árboles de las calles, los parques y los jardines, al igual que los humedales artificiales y los techos y muros verdes, son componentes fundamentales de los ciclos de las aguas, la energía y los nutrientes urbanos, además de ser unos recursos fundamentales para construir unos sistemas urbanos sostenibles, resilientes y adaptativos». El trabajo comenzó con un análisis de los puntos fuertes, las debilidades, las oportunidades y las amenazas de las tipologías de zonas verdes urbanas, para lo que se estudiaron los componentes del ciclo hidrológico, incluidos los factores sociales, estructurales y biofísicos. Una perspectiva multidisciplinar para hacer las ciudades más sostenibles y resistentes El equipo de ECO.G.U.S. desarrolló herramientas científicas para medir la sostenibilidad de las zonas verdes urbanas y sus beneficios como servicios ecosistémicos. Estas herramientas generarán directrices y mejores prácticas de gestión para aumentar la calidad y la cantidad de las zonas verdes urbanas, así como para mejorar los procedimientos actuales de gobernanza medioambiental. Se considera que las zonas verdes urbanas son una gran fuente de servicios ecosistémicos cuya cuantificación requiere la determinación de las cantidades asociadas a la energía, el agua, el carbón y el contenido de nutrientes del suelo. Para medir los servicios ecosistémicos proporcionados por las zonas verdes urbanas, los socios del proyecto adaptaron un modelo ecohidrológico estocástico del contexto urbano a una escala de árboles individuales. El modelo puede utilizarse para estimar el potencial de servicios ecosistémicos como los efectos refrescantes de los árboles, la captura de carbono en el suelo o la gestión de aguas pluviales. Aplicaron la teoría del sistema dinámico al problema de la gestión del agua urbana en la gestión de las zonas verdes urbanas. El resultado es un modelo matemático formal estilizado capaz de capturar la compleja interacción entre la presencia de infraestructuras verdes, su provisión de servicios ecosistémicos y la población que los disfruta y a quienes beneficia. ECO.G.U.S. constituye una de las primeras aplicaciones de enfoque ecohidrológico estocástico y control estocástico óptimo de un entorno urbano que tienen el objetivo de gestionar las tensiones y sorpresas que derivan del cambio climático. Por último, los investigadores definieron nuevas directrices para la gestión de las zonas verdes urbanas y sentaron los pilares para el primer grupo de investigación de toda la Unión Europea sobre ecohidrología urbana. El profesor Roberto Revelli, beneficiario de una beca de investigación Marie Skłodowska-Curie que colaboró con el profesor Calps, añade que ECO.G.U.S. se «basa firmemente en los objetivos de la política europea y en la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio de las Naciones Unidas». Esta última evalúa las consecuencias de los cambios en los ecosistemas sobre el bienestar de los seres humanos. «Las estructuras medioambientales deben aumentar su resiliencia y la gestión se enfrenta a problemas importantes provocados por un mundo que no deja de cambiar desde un punto de vista medioambiental, económico y social», concluye. «Por ello necesitamos herramientas que permitan comprender las futuras implicaciones de las elecciones del día de hoy». La investigación ECO.G.U.S. se llevó a cabo gracias al respaldo del programa Marie Skłodowska Curie (MSC).
Palabras clave
ECO.G.U.S., urbano, zonas verdes urbanas, servicios ecosistémicos, ciudades, ecohidrológico, ecosistemas, gestión de aguas