Los primeros proyectos respaldados por el IFRC tratan sobre las tecnologías energéticas
La Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI) han anunciado la primera tanda de proyectos en recibir financiación mediante el nuevo Instrumento de Financiación del Riesgo Compartido (IFRC), que se inició este mismo año. Se ha adjudicado un total de 359 millones de euros a siete proyectos, la mayoría de los cuales guardan relación con tecnologías de energías renovables o con la eficiencia energética. Las tecnologías de energías renovables se encuentran entre los objetivos prioritarios del banco para sus préstamos en 2007. El IFRC, que se inició en junio de este año, se creó con el objetivo de mejorar el acceso a la financiación para promotores de proyectos de investigación e innovación. En la actualidad la naturaleza incierta y arriesgada de estas iniciativas les dificulta recabar fondos. Este plan está cofinanciado por la Comisión Europea (mediante el Séptimo Programa Marco) y el BEI. Según la Comisión Europea y el BEI, ha habido una demanda considerable de financiación en una serie de sectores prioritarios conforme a la estrategia de Lisboa, así como por parte de las plataformas tecnológicas europeas (PTE) y las iniciativas tecnológicas conjuntas. Dos de los proyectos a los que está previsto otorgar fondos del IFRC guardan relación con centrales termosolares en España. La central termosolar Andasol, ubicada a unos 60 km al sureste de Granada, recibirá fondos por valor de 120 millones de euros. Esta central consta de un campo de colectores cilindro-parabólicos por el que pasa un tubo que contiene un líquido que se calienta por encima de los 400 grados centígrados. Ese calor se utiliza posteriormente para producir energía en una turbina de vapor. La segunda central solar, la central termosolar de Solúcar, cercana a Sevilla, utiliza una tecnología alternativa. En ella, un campo de espejos concentrará los rayos solares en un receptor térmico montado sobre una torre. Este proyecto recibirá fondos por valor de 50 millones de euros. Mientras, la empresa española Abengoa recibirá 49 millones de euros del instrumento de financiación del riesgo compartido para realizar proyectos en una serie de sectores de las energías renovables, entre ellos el bioetanol, el hidrógeno y las pilas de combustible. AVL es una empresa austriaca de tecnología e ingeniería especializada en motores y cadenas cinemáticas y tecnologías afines; es también miembro de la PTE sobre sistemas incorporados (Artemis). Su préstamo de 30 millones de euros servirá para respaldar el desarrollo de trenes de propulsión para automoción limpios y eficientes. En este proyecto se investigarán también tecnologías para el empleo del hidrógeno como combustible y tecnologías diseñadas para mejorar la eficiencia energética. También se ha adjudicado un préstamo de 30 millones de euros a la empresa alemana Eberspächer, que empleará dichos fondos en proseguir su labor sobre la tecnología para tubos de escape y sistemas de calefacción para automóviles y camiones. La biotecnología es el tema escogido por uno de los proyectos financiados. La empresa española Zeltia recibirá 30 millones de euros para desarrollar y comercializar medicamentos para el cáncer. Dado que la labor de Zeltia se centra en las enfermedades raras o huérfanas, a veces resulta difícil obtener financiación, por lo que el préstamo del IFRC resulta especialmente valioso. El último préstamo se ha concedido a un mecanismo para la investigación y la innovación en el sector de la automoción. Este mecanismo incluye un plan de garantía que ayudará a los fabricantes de este sector a financiar sus actividades de investigación mediante la cesión-arrendamiento de sus derechos de propiedad intelectual a Deutsche Leasing, destacada institución alemana de arrendamiento.