Un paso más cerca de una supercomputadora paneuropea
La comunidad investigadora europea pronto tendrá acceso a una infraestructura de computación de alto rendimiento de primerísimo nivel, gracias a la nueva iniciativa PACE (Partnership for Advanced Computing in Europe, o «Sociedad para la Computación Avanzada en Europa»). PACE reúne los centros de supercomputación de quince países europeos con el objetivo de fortalecer la ciencia, la ingeniería y las tecnologías de supercomputación de Europa. Los socios firmaron un Memorándum de Acuerdo de esta nueva iniciativa en una ceremonia celebrada en Berlín el 17 de abril. «Estoy muy complacida de que hayamos creado, junto con nuestros socios europeos, las condiciones necesarias para el inicio de PACE durante la presidencia alemana de la UE», dijo en la ceremonia Annette Schavan, Ministra de Investigación de Alemania. «Gracias a PACE, la computación científica con supercomputadoras adquiere una dimensión europea.» «La ciencia y la economía necesitan contar con una capacidad de computación del máximo nivel», agregó Achim Bachem, del socio alemán Centro de Supercomputación Gauss. «Las supercomputadoras se han convertido en un instrumento indispensable en todas las ciencias naturales. Los grandes avances del conocimiento del futuro se conseguirán exclusivamente con la ayuda de simulaciones complejas.» PACE fue precisamente uno de los proyectos de infraestructuras europeas resaltados en el informe del pasado octubre de ESFRI («Foro estratégico europeo sobre infraestructuras de investigación»). La idea principal que subyace a la nueva supercomputadora europea es el uso común de las capacidades de varias supercomputadoras. «Será una red común que incluirá varios centros, los cuales estarán conectados entre sí mediante las redes más modernas», explicó A. Schavan. Según los términos del Memorándum de Acuerdo, los socios dedicarán los dos próximos años a elaborar propuestas concretas sobre el mejor modo de combinar sus medios y sus conocimientos a fin de poner en práctica el proyecto. En la fase de preparación, que durará hasta 2010, se crearán las estructuras organizativas necesarias y se redactarán directrices claras relativas a la maquinaria necesaria en los diversos centros. Cuando la infraestructura ya esté lista y en marcha, habrá un proceso de revisión inter pares que garantizará que tengan acceso a la supercomputadora sólamente proyectos científicos excelentes. Se calcula que los costes de puesta en marcha del proyecto ascenderán a 400 millones de euros, mientras que, probablemente, los costes anuales de funcionamiento rondarán los 100 millones de euros. La mayoría de estos costes serán sufragados por los Estados miembros que participan en el proyecto, si bien una parte de los fondos procederá del Séptimo Programa Marco de la UE. Los países que participan en el proyecto son Alemania, Austria, España, Finlandia, Francia, Grecia, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Suecia, Suiza y Turquía.