Diagnóstico rápido y eficaz para las enfermedades infecciosas
El proyecto Optolab financiado por la UE está desarrollando y produciendo en masa un laboratorio óptico minúsculo sobre una tarjeta, que permite el diagnóstico de las enfermedades infecciosas bacterianas en sólo 15 minutos. El nuevo dispositivo se espera que esté en el mercado en seis años. El impacto y la propagación de nuevos patógenos se están extendiendo enormemente debido al aumento de movilidad de las personas en todo el mundo, y al comercio de ganado y de productos alimentarios. Cuando las pruebas convencionales concluyen (entre 6 y 48 horas después) una comunidad entera o gran parte de la población pudiera haber estado expuesta al patógeno en cuestión. Los participantes de Optolab Card esperan aplicar en este campo los avances en los sistemas mecánicos microelectrónicos (MEMS). Aunque la última década ha sido testigo de increíbles desarrollos en los procesos de microfabricación, sólo unos pocos de ellos se han traducido con éxito en aplicaciones biológicas reales debido a la dificultad en conseguir una producción masiva de fiabilidad. Por consiguiente, sigue siendo escasa la disponibilidad de dispositivos rápidos de diagnóstico. Optolab Card es un proyecto específico de investigación focalizado (PEIF), respaldado con 3,2 millones de euros a través de una convocatoria común entre las tecnologías de sociedad de la información y las prioridades de nanotecnología y nanociencias del VI Programa Marco. Dirigido por el centro de investigaciones tecnológicas español, Ikerlan, el consorcio abarca centros de investigación y empresas de Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca y Polonia. El proyecto, lanzado el verano pasado, tendrá una duración de tres años, aunque costará casi el doble de tiempo poner el nuevo dispositivo en el mercado. El instrumento cosiste en una base portátil y un cartucho pequeño desechable, o tarjeta laboratorio, que automáticamente realiza una reacción en cadena de la retrotranscriptasa-polimerasa, desde la preparación de las muestras hasta la detección visual. La tarjeta laboratorio, hecha de un material sensible de poco peso utilizado en procesos como la fotolitografia y el fotograbado, contiene sólo componentes desechables, mientras que la base incorpora toda la electrónica y la óptica. El laboratorio óptico estará inicialmente diseñado para detectar salmonella, el patógeno con el nivel de incidencia más elevado de la UE (40,7 personas por cada 100.000 habitantes). Sin embargo, la capacidad de diagnóstico del nuevo dispositivo es muy variada al ser capaz de detectar y distinguir diferentes cadenas de ADN y podría, por lo tanto, adaptarse para detectar otras enfermedades infecciosas como la gripe, la tuberculosis, la hepatitis y el VIH/SIDA. La gran ventaja de Optolab Card es que desarrollará el primer sistema diseñado para proporcionar, en sólo 15 minutos, un diagnóstico fiable de una enfermedad infecciosa. La tarjeta mejorará también la calidad de los sistemas de atención sanitaria, y se espera que reduzca los ingresos hospitalarios, el tiempo de hospitalización y los costes relativos al diagnóstico. Además, la utilización de este dispositivo tendrá una incidencia en la disminución de las enfermedades infecciosas, lo que aportará a los gobiernos una herramienta homologada que podrá ser utilizada en la investigación de posibles fuentes de contaminación patogénica. Entre las aplicaciones futuras de la tarjeta laboratorio figuran dispositivos para el diagnóstico genético de los trastornos degenerativos y genéticos, pruebas de paternidad, medicina forense y supervisión del medio ambiente.